Para jugar, para tener compañía, para patrullar... pero también para hacer vigilancias peligrosas, que les defiendan o les ayuden a dar con estupefacientes. Los perros de las unidades caninas de los cuerpos policiales son más que amigos de los policías con los que van. Son sus compañeros.

Y así lo demostró ayer en el Parque del Salón el grupo de agentes de la Unidad de Guías Caninos de la Policía Local de Gijón. Ellos fueron los protagonistas de uno de los actos con mayor trascendencia (a nivel de público) de los organizados con motivo de la fiesta patronal del Cuerpo de la Policía Local de Palencia que se celebra hoy.

El intendente gijonés, José Antonio Alonso Serna, que se encargó de narrar lo que hacían agentes y canes, subrayó para Diario Palentino el trabajo de esta unidad que cumple en 2015 los 25 años en activo. «Nos centramos en las competencias que tenemos. Por ejemplo, la detección de estupefacientes o en la de seguridad ciudadana. No sería lógico, en nuestro caso, tener perros preparados para detectar explosivos y no puedes adiestrar perros para dos trabajos distintos, tienen que estar especializados en una función», indicó.

Eso es lo que vieron los centenares de personas que acudieron al parque capitalino: cinco de los seis perros que componen la unidad, jugando a descubrir en personas, maletas o coches, pequeñas, «pequeñísimas» dosis de estupefacientes. «¿Viste que se despistó un poco al principio? Pero el perro fue constante y lo encontró. Eso es parte del trabajo y el entrenamiento diario», afirmó Alonso Serna al referirse a un ejercicio en el que se simulaba un botellón con varias personas de las que una portaba droga. «Le ha costado un poco más porque la acabábamos de poner. Cuando entra en un bar y la droga lleva varios minutos en el bolsillo de alguien, lo detecta inmediatamente». En este sentido el intendente (segundo en el organigrama de la Policía de Gijón), señaló que el trabajo exige un entrenamiento constante, «incluyendo nuevas sustancias, diferentes cortes de las mismas...».

La otra tarea en la que emplean a los perros (pastores alemanes y belgas) es la de seguridad. De ahí que sobre la explanada del Parque se llevaran a cabo varios simulacros con armas, tiros y secuestros; y se pudieran ver los métodos que usarían los agentes y los perros para solventar la situación.

Así, tras un escudo antidisturbios, dos policías y un can se acercaron hasta una persona armada. El perro, arrastrándose tras su guía, salió a su señal a la carrera para anular con su arremetida y sus mordiscos al malo.

El público palentino también  pudo observar un ataque desde dos flancos de los perros al secuestrador de una niña o cómo uno de los animales saltaba dentro del coche, desde donde una persona disparaba a los agentes, y lograba sacarlo para que fuera detenido. «Esperamos volver más años», confesaba el intendente asturiano, que reconoció que, aunque ésta es la primera vez que la Unidad Canina se desplaza a Palencia, él ya había participado otros años en las conferencias que organiza la International Police Association, dentro de  los actos del Santo Ángel.