Un total de 44 menores, -uno más que en 2017- han participado este año en el programa de medidas alternativas a las sanciones por infracción de la ordenanza reguladora de la promoción de la convivencia y la prevención de drogodependencias.

«Una iniciativa municipal que ha dado la oportunidad a estos jóvenes que han sido identificados consumiendo alcohol en la vía pública o cometiendo actos vandálicos de cambiar la sanción por la realización de servicios en beneficio de la comunidad», explicó el alcalde, Alfonso Polanco. Con un perfil eminentemente masculino (34 chicos por 10 chicas) y una media de edad de 16 años (14 el más joven), estos menores -pertenecientes a familias normalizadas- han podido evitar el pago de la multa por 30 horas de su tiempo. Solo 7 han abandonado.

Así, han asistieron a cinco horas de charlas socioeducativas, 15 horas más de apoyo a entidades sin ánimo de lucro como Acremif, Arpa, Cocemfe, la Protectora de Animales o el Banco de Alimentos, y otras 10 más colaborando con la empresa gestora del servicio de aseo urbano, Urbaser, en la limpieza de espacios que ellos u otros jóvenes han ensuciado en la ciudad.

«Es importante que los jóvenes se den cuenta de que no pueden actuar de esta forma, pero también de que son los responsables de las cosas que hacen, no sus padres», comentó ayer Juan Ramón Lagunilla, secretario general de la Liga Española de la Educación.

Con estos mimbres, el Ayuntamiento y la Liga Española de la Educación renovaron ayer su colaboración en este programa, valorada en 10.000 euros,  que se inició en el año 2014.