De Miranda hizo que mereciera la pena esperar hasta el final

Manolo Illana
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Solitaria oreja. El onubense -de Trigueros- se alzó con el triunfo en la novillada inaugural de la feria al cortar el único trofeo de la tarde en un festejo con buena presentación del ganado

De esta forma tan espectacular y eficiente mató David de Miranda a su primer novillo. - Foto: Óscar Navarro

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 José Antonio Heredia toreando sobre la mano derecha.
José Antonio Heredia toreando sobre la mano derecha. - Foto: Óscar Navarro
 La naturalidad en el toreo al natural de Martín Escudero.
La naturalidad en el toreo al natural de Martín Escudero. - Foto: Óscar Navarro
Heredia brindando al director de ‘Diario Palentino’ y ‘La 8’, Carlos M. Santoyo.
Heredia brindando al director de ‘Diario Palentino’ y ‘La 8’, Carlos M. Santoyo. - Foto: Oscar Navarro

Novilleros
David Martín ESCUDERO. De lila y oro. Saludó desde el tercio a la muerte de sus dos novillos. A su primero lo mató de pinchazo y entera; y al segundo de dos pinchazos y estocada entera.
José Antonio HEREDIA. De azul pavo y oro. Silencio en sus dos novillos. Al primero lo mató de pinchazo, estocada contraria y más de una decena de descabellos. A su segundo, estocada haciendo guardia, otra atravesada y más de media.
David DE MIRANDA. De grana y plata. Silencio en su primero (pinchazo y entera)y oreja en el que cerró plaza, al que pasaportó de estocada entera.
Incidencias
Poco público para presenciar la novillada inaugural de la feria. Un cuarto de entrada en Campos Góticos. La música sonó en todas las faenas. 
 
Cierto es que se pudieron haber cortado más trofeos de no haber sido, entre otras razones, por el poco afortunado uso de la espada. Cierto es también que la novillada mereció la pena en cuanto a hechuras y presentación, descartando al primero de la tarde, no pudiendo negar su legítima procedencia. Lo bueno si es de verdad merece la pena. Novillada que sirvió para poner a prueba las ganas de ser toreros de la terna actuante.
La única oreja fue para David de Miranda, uno de los novilleros punteros en el escalafón y del que se viene hablando con fuerza. Fue en el último de la tarde y, como dicho queda, mereció la pena esperar hasta ese momento. Muy lentas fueron las verónicas de saludo a ese ejemplar y mucho más las medias de remate. Muy ajustado el quite en los medios. Donde tiene que ser. Con tres muletazos el novillo ya está en la boca de riego. El buen toreo comenzó con la derecha, muy tranquilo y con sensación de triunfo. Ese buen toreo siguió cuando se echó la muleta a la izquierda, con naturales largos y por abajo. Bernardinas finales sinceras y ajustadas, estocada y oreja. En su primero fue silenciado después de un quehacer basado en la izquierda toreando al natural en los medios y a pies juntos ante un novillo que en más de una ocasión quiso irse. 
Abría cartel y feria el madrileño Martín Escudero, que en primer lugar tuvo que enfrentare al novillo más flojo de la tarde, ante el que intentó lucirse tanto con capote como con muleta sin poder lograrlo dadas las pocas condiciones y menor fuerza del astado. El temple del toreo consiguió en alguna ocasión el milagro de sujetarlo en pie. La cosa no pasó a mayores. Lanceó bien a su segundo, en el que tuvo que echar mano de mucha entrega y decisión ante un novillo que nunca rompió y que se lo pensaba demasiado antes de embestir. Escudero estuvo siempre por encima del novillo.
José Antonio Heredia volvía a pisar el ruedo de una plaza muy querida para él, pues aquí fue donde debutó con picadores. La suerte no le acompañó en ningún momento. En su primero, brindado a nuestro director Carlos M. Santoyo, toreó con sentimiento y buenos deseos en una interesante faena estropeada al final con el descabello. En su segundo lanceó a pies juntos sufriendo una fea voltereta. Faena con la derecha haciendo las cosas con decisión y siempre por su sitio. La espada le jugó otra mala pasada.