Internacional palentina

David del Olmo
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La colegiada Marta Huerta de Aza, integrada en el Colegio Tinerfeño, podrá arbitrar a partir de ahora partidos de selecciones femeninas • Da un paso más en su trayectoria, mientras trabaja con el sueño de alcanzar la Segunda B

Marta Huerta de Aza es una palentina de 25 años residente en Tenerife que desde hace 11, cuando se iniciaba en el mundo del arbitraje de fútbol, ha ido completando etapas, superando los escollos que cualquier colegiado se encuentra en el camino, hasta alcanzar la condición de Árbitra Internacional FIFA2016.

«Iba de camino a la Escuela de Idiomas y me llamó Marisa Villa, responsable femenina del CTA (Comité Técnico de Árbitros) -recuerda-. Estoy muy agradecida por todo el trabajo que han hecho tanto el Citaf (Comité Interinsular Tinerfeño de Árbitros de Fútbol) como el CTA. Agradezco cómo se han portado y el apoyo que estoy teniendo». Ahora «podré dirigir partidos internacionales femeninos. Cuando llegue alguna designación de torneos o partidos de clasificación podría estar. Este año hay menos opciones, sin Eurocopa ni Mundial». Sin tiempo de celebrarlo le llegó «la convocatoria para ir a Chipre (31 enero-4 febrero) a hacer pruebas físicas y exámenes».

El camino no ha sido fácil, pues a la obligación de tener los 25 años ya cumplidos (lo hizo el 31 de marzo) se une la de arbitrar en categoría nacional, algo que ya cumplía. En junio de 2013 le notificaron el ascenso. Desde entonces arbitra partidos de la Tercera División en Canarias (y en el último play-off de ascenso a Segunda B dirigió el Segoviana-Laredo). Además, es necesario que «el CTAte proponga. Han tenido que proponerme a FIFA y que lo hayan aceptado».

Durante 2016 será Internacional FIFA «en la categoría más baja de las cuatro. La Elite pita Mundiales. Luego están Primera, Segunda y Tercera. Yo empiezo en Tercera, el objetivo es ir ascendiendo, pero hay pocas plazas y aunque este año seas Internacional no te asegura que lo seas al año que viene. Hay que pasar una serie de pruebas y requisitos para poder continuar». Aunque «este año ya nadie me lo quita», añade riendo, «debo seguir trabajando y esforzándome para no conformarme con esto». Agradece las felicitaciones, muchas a través de las redes sociales: «me he dado cuenta de la gran repercusión que tienen. Es increíble. Me enteré  las 10 de la mañana. Y en una hora la noticia había llegado a Palencia».

Hace dos años y medio, en una entrevista en estas páginas, hablaba del sueño de ser internacional. Recuerda que «cuando empecé en Palencia veía imposible conseguir esto. Mi familia, mis padres, mi hermana, siempre han estado apoyándome, viendo el lado positivo, con esperanzas de que llegase. Me acordé mucho también de Marisa cuando me lo estaba diciendo, por todo el esfuerzo que ha hecho para que esto se consiguiese. De Victoriano, de Castilla el presidente de los árbitros de aquí. Y de Palencia también me he acordado mucho, Chus que siempre me decía que iba a llegar, y todos los compañeros, de cada partido, del mejor al peor, porque de todos los consejos se aprende. De todos los directivos del Citaf y el CTA y de todos los compañeros, los amigos que han estado en este largo camino de 11 años».

Un paso más, no una meta, «una alegría y una motivación increíble para seguir trabajando. Solo es un título que te da una categoría, te ayuda a querer seguir mejorando y ver que el esfuerzo, el estar lejos de la familia, de las cosas a las que renuncias por querer arbitrar y querer mejorar, tienen premio. Animo a los que tienen un objetivo, que luchen por él».

EL ARBITRAJE. Pese a la enorme repercusión del fútbol, la labor arbitral (tantas veces denostada) sigue siendo una gran desconocida para el gran público.

Marta insiste en que «solo te quedas con los momentos buenos. Si haces memoria no te acuerdas del ambiente de un partido, casi ni del resultado, pero sí de la experiencia que has vivido con los compañeros, con los jugadores, con los entrenadores. De los detalles y vivencias personales, más que si había una persona en la grada diciéndote cosas». Porque, aclara, «la gente entiende el arbitraje como los 90 minutos del partido. Pero no. Es todo el apoyo que tienes todo el año, los entrenos, los viajes, recordar las jugadas de forma positiva, ir a un play-off, lo que compartes con compañeros, con jugadores, entrenadores, periodistas. Porque entre las felicitaciones que he tenido de dentro del fútbol, muchas no eran de árbitros».

«Esas amistades» que destaca la palentina, «esas experiencias, es algo que me llevo, nadie me lo quita ya», son algunos de los valores que a ella le ha aportado una labor que aúna la condición de deportista y de juez. Una actividad que «empieza como un hobby, pero cuando en tu vida le das tanta importancia a algo, pasa a ser algo más». Eso sí, «voy a arbitrar porque me gusta, me divierte, me siento bien. Cuando vea que lo hago por cumplir, ahí lo dejaré. Aunque cada día estoy más motivada».

Confiesa que arbitrar «me ha ayudado a madurar antes, a saber valorar las cosas, porque inviertes mucho tiempo, tienes que organizarte para disfrutar de todo, familia, amigos, entrenar... Estar en un terreno de juego, tener que tomar decisiones que influyen y tener que imponer un respeto a gente mayor que tú, te hace más estable, más fuerte. Y he aprendido a saber lo que es el sacrifico y la constancia, porque sin ellos no puedes conseguir los objetivos».

Explica que en el campo «lo que ofrezcas es lo que vas a recibir. Puedes presentarte como un deportista más que quiere disfrutar del partido, o transmitir que eres la máxima autoridad y tu decisión se impone ante todo».

El siguiente sueño, la Segunda B, «una montaña difícil de escalar». Un proceso «muy complicado. Todo el mundo está muy preparado. Es la puerta para acceder al fútbol profesional. Ya exigen mucha profesionalidad. Pero nadie dijo que fuera a ser fácil».

Añade riendo que «hay gente que te da el pésame cuando dices que eres árbitro. Yo estoy orgullosa de serlo». Se nota. Transmite vitalidad y optimismo a través del teléfono, con su «acento palentino. No se me pega el canario, solo algunas expresiones». Lo que sí ha conseguido es dar un gran salto en su trayectoria deportiva, mientras continúa ganándose «el respeto como árbitro, sin importar si eres chica o chico».