El Carnaval Musical de Guardo echó ayer a andar con una altísima participación en uno de los pasacalles más multitudinario de los últimos años, un desfile en el que los participantes se metieron de lleno en la piel de personajes de fantasía para disfrute de quienes asistían como espectadores al paso de la comitiva carnavalesca por el entramado urbano.
Los vecinos de la localidad minera plantaron cara a las nubes con coloridos atuendos con los que hicieron volar la imaginación y viajaron a mundos de fantasía para que la alegría se desbordara por cada rincón de la villa.
Grandes músicos de todos los tiempos, personajes de circo, fofuchas, vaqueros del lejano Oeste, protagonistas de cuentos infantiles o submarinistas fueron algunos de los atuendos elegidos para desfilar por las principales calles del municipio transformadas en una gran pasarela repleta de confeti, serpentinas, vistosas carrozas de todos los tamaños y muchas ganas de pasárselo estupendamente bien.
Un pasacalles que arrancó con la tradicional concentración de grupos en los soportales del Paseo del Ayuntamiento. Desde allí los asistentes recorrieron las principales arterias de la villa a los compases de las charangas y de una gran batucada de la Escuela de Música, Danza, Teatro y Artes Plásticas para finalizar en la carpa de la plaza de la Constitución, donde se celebró una gran fiesta con música, chocolate caliente y bizcochos para todos.
CONCURSO. Una jornada en honor a Don Carnal que estuvo marcada por el I Gran Concurso de Disfraces, una de las principales apuestas del Ayuntamiento para el Desfile General, en el que 31 agrupaciones aspiraban a hacerse con alguno de los premios del certamen. De ellos 19 eran grupos de cuatro o más personas, ocho formaciones de hasta tres participantes y cuatro mascotas con sus dueños.
Una disputada competición en la que se repartirán 2.700 euros en premios y cuyo resultados se dará a conocer mañana al finalizar el Desfile del Entierro Musical, en el que se prenderá fuego a Don Micrófono, el emblema elegido este año.