La ayuda más cercana

A.A.C.
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Las voluntarias de la 'Fundación Cauce' combaten la soledad de los mayores

La ayuda más cercana

La necesidad es como el aire: está por todas partes. En el Congo, en Bolivia o en el barrio de la Avenida de Madrid, pasando por León o Asturias... En cada lugar hay alguien que reclama ayuda. La Fundación Cauce, constituida en Valladolid en 1996, diversifica sus esfuerzos, repartiendo todas las manos que se ofrezcan para hacer algo por otra persona, aquí, allí y donde haga falta. De este modo, estructura sus programas en tres áreas: cooperación al desarrollo, integración social y voluntariado.

La delegación palentina de Cauce, cuya cabeza visible es Marisol Pérez, tiene actualmente una veintena de pares de manos. Dos decenas de mujeres (actualmente no hay ningún voluntario varón) que centran sus esfuerzos en combatir una necesidad muy extendida en Palencia: la soledad de las personas mayores.

«Realizamos visitas a varias residencias de la capital y también a domicilios. A veces necesitan que les acompañes a la farmacia para recoger un medicamento. Otras, simplemente quieren que estés un rato con ellos», comenta Marisol Pérez. Pero si estas personas tienen hambre de algo, es de conversación. «Quieren hablar... Y que les escuches. Cuando, por alguna circunstancia excepcional, no puedes ir a la residencia, te ponen falta. Te esperan para cantar, contar historias o jugar a las cartas».

Esta profesora de Instituto jubilada y sus compañeras sienten al realizar acciones de voluntariado que reciben «mucho más de lo que das» y no se explican lo poco extendido que está ese cauce de generosidad que es el voluntariado. «En países como Inglaterra o Suecia es una asignatura escolar y los chavales acuden a los domicilios de los ancianos para ayudarles y hacerles compañía», indica. Aquí, en cambio, escasean los jóvenes que se involucren en acciones de voluntariado con personas mayores. Pero, igualmente, hacen falta.

En Palencia, las voluntarias de la Fundación Cauce centran sus esfuerzos en las personas mayores y en los niños de familias necesitadas, a quienes entregan juguetes en Navidad. Pero esta fundación, afincada en Castilla y León y en Asturias, realiza también labores de integración. «En Burgos, por ejemplo, ofrecen formación a mujeres inmigrantes para ayudarlas a encontrar empleo, sobre cuidado de enfermos o cocina española para personas mayores», indica.

Entre sus programas, tiene una especial importancia la cooperación al desarrollo. Actualmente llevan a cabo proyectos de escolarización en Costa de Marfil y República Democrática del Congo, donde además tienen una línea de apadrinamiento a niñas por 15 euros al mes, que las permite acudir a la escuela. En Perú y en Bolivia, contribuyen a la integración laboral de las mujeres con microcréditos, que las ayudan a montar sus pequeñas empresas.

Ayudar al que está al lado

La Fundación Cauce suele realizar campañas de sensibilización y captación de voluntarios en los meses de septiembre y octubre. Las personas que acuden a su llamada reciben formación y conocen qué implicaciones tiene la acción del voluntariado. «Les explicamos la Ley de Voluntariado, que exige al menos dos horas semanales de compromiso y que tiene protección, incluso un seguro», explica Marisol Pérez.

En la página web de la Fundación Cauce, www.fundacioncauce.org, se ofrece más información sobre los proyectos que desarrolla esta organización y sobre cómo colaborar con su delegación palentina (palencia@fundacioncauce.org).