Pasaban quince minutos de las cuatro de la tarde cuando la agente de la Policía Local implicada en el asesinato de Isabel Carrasco, Raquel Gago, abandonaba la prisión de Mansilla de las Mulas (León) donde ha permanecido presa desde el pasado 16 de mayo, fecha en la que se ordenó su ingreso en prisión por su imputación en la muerte de la que fuera presidenta de la Diputación de León, junto con la autora confesa, Montserrat González, y su hija Triana Martínez.
Su salida de la prisión se produjo apenas unas pocas horas después de que el juez de la Audiencia Provincial decretara su libertad bajo fianza de 10.000 euros, que la familia pagó por la mañana, lo que permitió la rápida liberación de Raquel Gago, que abandonó la cárcel de Mansilla de las Mulas en un coche blanco en el que se encontraban dos personas, una de ellas su hermana.
Expectación mediática. En medio de una gran expectación mediática, con la presencia de numerosos medios de comunicación esperando a las puertas de la prisión, se vio cómo Raquel Gago cruzaba la pasarela que se dirige a la puerta de acceso a la prisión, acompañada por dos personas y con un carro en el que llevaba unas bolsas con sus pertenencias. De forma casi paralela, varios agentes de la Guardia Civil custodiaron el acceso principal del centro penitenciario, lo que hacía presagiar la salida inminente de Gago.
Minutos después, a las 16.15 horas, un vehículo de color blanco salía del aparcamiento destinado a los funcionarios de la prisión, donde pronto se pudo comprobar la presencia de Raquel Gago en el asiento trasero del turismo, que de manera excepcional, accedió al aparcamiento privado para los trabajadores del centro para evitar así la presencia de la prensa que se agolpaba en la entrada.
El turismo abandonó la prisión rápidamente y evitando pararse ante la prensa que esperaba unas posibles declaraciones de Raquel Gago. La agente de la Policía Local llevaba unas gafas de sol oscuras, el mismo abrigo con el que ayer acudió a declarar a la Audiencia Provincial de León y en su cara se apreciaba una ligera sonrisa al recuperar su libertad después de más de ocho meses.
El abogado de Raquel Gago, Fermín Guerrero, había solicitado la libertad de la agente en tres ocasiones anteriores, pero no fue hasta la cuarta, cuando el juez de la Audiencia Provincial de León atendió al recurso del abogado para permitir la salida de Gago. Después de la vista oral celebrada el miércoles, en la que Raquel Gago insistió en su inocencia y en la que tanto la Fiscalía como las acusaciones reclamaron que se mantuviera a la agente en prisión por ser partícipe «al mismo nivel» que las otras dos imputadas, el juez ha decretado su libertad bajo una fianza de 10.000 euros.
El auto del juez recoge que hay indicios pero no una «prueba directa» para que Gago siga en prisión, además de que el riesgo de fuga está «muy disminuido» en el momento en el que se encuentra la instrucción, que podría darse por concluida la próxima semana. Raquel Gago tendrá que presentarse ante el Juzgado todos los lunes, además de que no podrá salir de España, por lo que se le ha retirado el pasaporte.
Cinco claves por las que Raquel Gago ha pasado 258 días en prisión
1. La reunión con las otras dos imputadas una hora antes de la comisión del crimen, es la primera de las razones por las que, hasta ahora, la Audiencia Provincial no había decretado su libertad condicional.
2. Otra de las razones por las que se le había denegado a la agente de la Policía Local de León es por su presencia, en actitud de espera en la calle Lucas de Tuy, muy próxima al lugar de los hechos y a la vía de huída de la autora material de los disparos, sin una explicación clara y suficiente de su presencia en dicho lugar.
3. La llamada de teléfono, con una duración de 17 segundos, efectuada por la hija de la autora material de los disparos instantes después de producirse éstos a la imputada, es otra de las razones esgrimidas en el auto.
4. El encuentro de ambas imputadas en el que la hija de la autora material de los disparos entrega a la primera un bolso que contiene el arma utilizada, también figura entre los condicionantes que, hasta ayer, jugaban en contra de Raquel Gago para su puesta en libertad provisional y bajo fianza.
5. Por último, otra de las pruebas que se esgrimía contra la agente de policía era su silencio acerca de tales circunstancias anteriores y no entrega del arma hasta más de 24 horas después. El letrado de la defensa, Fermín Guerrero, alegó que su cliente sufrió un bloqueo y que por eso tardó tanto en personarme con el arma homicida.