El sindicato CSI·F calificó ayer de «abandono» la situación en la que el Ayuntamiento de la capital tiene al Cuerpo de la Policía Local en relación al catálogo de puestos de trabajo «con 26 vacantes por cubrir y una plantilla muy envejecida», manifestó a este periódico Carolina N. Gómez, representante del sindicato y presidenta del Comité de Empresa en el Ayuntamiento. «Van a comprar nuevos coches, renovar el armamento, o chalecos antibalas, bien; pero en cuanto a personal, tienen abandonada a la Policía Local», afirmó.
A su juicio, la Concejalía de Seguridad Ciudadana, dirigida por Paloma Rivero (también responsable de Personal), debería haber convocado un concurso para la provisión de plazas «como sí le permite la legislación», señala Gómez, que teme que no se va a llevar a cabo por la «reducción que se ha dado en el presupuesto de la Policía Local en materia de personal, pese al alto número de plazas sin cubrir» y a que «este año pasan a segunda actividad tres agentes y para 2015 la cifra se incrementará».
Además, ahondó en esa idea al manifestar que los agentes están aún pendientes de recibir la indumentaria de trabajo del año 2013. «En 2011 hicieron un esfuerzo renunciando a algunas prendas por la situación económica del Ayuntamiento. En 2012 lo volvieron hacer, pero todavía están a la espera de recibir la ropa de 2013, cuando en este año 2014 además les tienen que llegar las prendas de invierno».
Por otro lado, la representante sindical criticó que desde el Consistorio se haya obligado a los agentes a «recurrir a los Juzgados» para reclamar complementos y derechos. «Juicios que al final han ganado los agentes».
Igualmente lamentó que ahora mismo esté parado el reglamento de Policía Local así como la regulación de la segunda actividad o de las horas extras que vienen vinculadas «al hecho de que al tener plazas por cubrir, los agentes tienen que hacer más horas».
Como aspecto positivo, Carolina N. Gómez reconoció el esfuerzo hecho por el Consistorio y la Concejalía al hacer lo posible para conciliar la vida familiar con la laboral. «Un compañero pidió el permiso de paternidad, se consultó la legislación y Palencia se convirtió en la segunda capital de provincia donde se concedió».