A Ronte pese a todo

DP
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Una plaga de insectos pone a prueba la devoción de los vecinos de Osorno que cumplen con la tradición de una jornada en la ermita

Normalmente, la tradición no se rompe por cuestiones menores o de simple comodidad. Y en Osorno, no se incumple ni tan siquiera por la presencia de una inocua pero muy molesta plaga de insectos que marcó el desarrollo de la jornada en la que el municipio honra a su patrona, la Virgen de Ronte, y le acompaña en la campa de su ermita.«Hemos aguantado de todo. Tormentas, fuertes vientos, ¿por qué nos vamos a marchar hoy?», preguntaba una mujer sentada en una mesa con el mantel puesto y sobre él la comida y vasos con restos de bebida en la que decenas de bichos trataban de no perecer ahogados.Porque la tradición dicta que, tras la romería y celebración de la eucaristía en honor a la Virgen de Ronte, toca comida campestre. «No sabemos qué hacer si quedarnos o marcharnos», declaraba un peñista bajo un toldo junto a varias mesas corridas aún sin montar. «Nos vamos», le contestó otro. «Eres más pesado que los mosquitos estos», cortó el primero.