Lezkano: «Asumen el papel de víctimas, pero nos jugamos lo mismo»

Alberto Moreno
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Hace un año vivía esta misma situación, pero a muchos kilómetros de Palencia, en el Principado de Andorra. Ahora, repite con Quesos Cerrato en una final de la Copa Príncipe, pero en Palencia, en el Pabellón Marta Domínguez.

Hace un año declaró en estas páginas que le hubiese gustado jugar con la presión de Andorra de actuar como local. Pues dicho y hecho, aquí la tiene.

Y lo mantengo. Estoy encantado de tener esta presión. A mí y a cualquier entrenador si nos dan a elegir jugar una final en tu campo o en el del rival está claro. Unas veces esa presión te puede jugar en contra, pero todos la preferimos.

Hace seis años vivía el por aquel entonces Faymasa un momento muy  parecido, al celebrarse en Palencia la final de la Copa LEB Plata que acabaron ganando. ¿Recuerda aquellas sensaciones durante esos días previos? ¿Son las mismas de ahora?

No lo recuerdo exactamente, pero me imagino que fuesen muy parecidas a las de ahora, con el lógico nerviosismo de un partido importante y la esperanza de poder lograr un título. Sí recuerdo cómo los palentinos vivían esos días previos, con esa enorme ilusión de estar ante algo grande. Es algo que también se vive ahora, se nota en la calle, en el ambiente.

Me imagino que le estarán parado a cada paso por la calle para darle ánimos.

Sí, pero no me incomoda, al contrario. Es muy agradable. La gente te anima, te apoya. Se agradece mucho. Yo no intento evadirme, sigo haciendo mi rutina normal cuando salgo de entrenar. Todos sabemos que estamos ante un día muy especial, pero se asume con normalidad.

Aquella final en LEB Plata era una especie de comienzo, de descubrir un nuevo mundo. ¿La de hoy se puede considerar la de tocar casi el techo?

No piensas en eso, en lo que puede significar para el club y para Palencia. Sólo se piensa en ganar. En aquella época era importante poder alcanzar el título para que el club viese el futuro desde otro punto de vista.Para nosotros era lo máximo en ese momento.

Lo que está claro es que aquella final significó un antes y un después en la historia del Palencia Baloncesto.

Efectivamente, fue la primera piedra de un edificio que todavía estamos construyendo.

Ciñéndose al rival de hoy, en la liga Quesos Cerrato Palencia le dio un repaso al Breogán de Lugo. Es evidente que cualquier parecido entre aquel partido y el de hoy será mera coincidencia.

Para nada se va a volver a repetir algo parecido. El que lo piense así se equivoca. En aquel encuentro nos salió todo bien y ellos lo hicieron todo mal. Se inclinó y decidió en el primer cuarto. El de hoy no será así. Nadie va a arrojar la toalla por tener un marcador desfavorable. ¡Ojalá se volviese a repetir un partido así a nuestro favor, pero no hoy, sino siempre!

Leyendo durante toda la semana las bajas y dudas que se anunciaban, parecía que en vez del Breogán iba a venir su filial, el Estudiantes. ¿Con cuántas espera que afronten el partido?

Creo que al final tendremos más bajas nosotros que ellos. Como mucho, tendrán una. Pero lo prefiero así. Yo quiero enfrentarme a un rival con todos sus jugadores, que esté al cien por cien.

¿Cómo están los tocados del Quesos Cerrato?

Cortaberría, si llega, lo hará muy justo y en el caso de Justo, muy parecido. Ambos son dudas para este encuentro.

Leyendo la encuesta de los capitanes de los otros equipos de LEB Oro, que por cierto le dan, salvo un caso, como favorito al Quesos Cerrato Palencia, varios indican que Gantt será el factor sorpresa que decida la final.

Pues espero que acierten y si no es Gantt que sea otro cualquiera de nuestro equipo.

¿Cómo se lleva el cartel de favorito?

Nos ponen esa etiqueta, pues la asumimos con naturalidad, pero sabiendo que no vale de nada, que lo que sólo vale es meter más puntos que el rival. Ellos lo han hecho muy bien, han asumido el papel de víctimas para quitarse presión. Hasta el entrenador dicen que si está lesionado. Me parece correcto ese planteamiento. Se dice que tienen mucho que ganar y poco que perder. Y no es así. Los dos nos jugamos exactamente lo mismo y tenemos lo mismo que ganar y lo mismo que perder. Por jugar en casa no tenemos ni más ni menos que nadie. Lo que realmente vale es lo que pase en la cancha, no el favoritismo.

El año pasado, para alcanzar la segunda plaza liguera, tuvieron que pelearla durante 26 partidos. Hoy, en cuarenta minutos, se puede conseguir lo mismo en caso de ganar. ¿Un aliciente extra, aparte del trofeo, en esta Copa Príncipe?

Sin duda, es una final apasionante y una aliciente más.Todo o nada en cuarenta minutos. Bueno, nada tampoco porque luego queda liga para llegar lo más alto posible. El premio gordo es ganar esta final.

¿Cambiaría mucho la preparación hasta el final de la liga regular en el caso de vencer y tener asegurada esa segunda plaza liguera?

Sí, claro, porque tendríamos la tranquilidad de tener asegurada esa posición, pero sin relajarnos porque para confirmarla hay que quedar al final de la liga regular entre los cinco primeros y para ello hay que trabajar, porque en esta liga nadie regala nada.