Pan y queso, pero sobre adoquinado

O. H.
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Becerril traslada al casco urbano su tradicional romería de San Felices a causa de la lluvia y de los problemas que podría generar el barro en la campa de la ermita

La Romería de San Felices de Becerril se llevó a cabo. Se repartió el pan y el queso, pero no fue lo mismo que en años anteriores, para disgusto de unos y para alivio de otros. Porque en esto, como en el campo, nunca llueve a gusto de todos.Con la previsión del lluvias, y con lo caído en las últimas jornadas, el Consistorio tomó una decisión: que la romería de San Felices se desarrollara no en la ermita, sino en el propio pueblo. Y que el reparto de 1.400 raciones de pan y queso se hiciera, no en el césped alrededor del eremitorio, sino en la plaza mayor de la localidad, y sobre baldosas. «Esto no puede ser. Es la primera vez que pasa. Si se tiene devoción, se va a San Felices. Esto es postureo», señalaba enfadado un vecino. Pero desde el Ayuntamiento, defendieron la decisión. «Sabíamos que no iba a gustar a todo. Qué pasa si vamos y los coches comienzan a embarrarse, a quedarse. Mucha gente que hay aquí no hubiera ido", dijo el alcalde, Mario Granda.