• El Ayuntamiento destaca la dificultad de la intervención debido a la antigüedad del edificio. Además, se han puesto en marcha varias obras menores en diversos puntos de la villa.
Con el proyecto de Arquimilenios III (el que suponía la rehabilitación integral del emblemático edificio de La Casona de Guardo) guardado en el fondo del cajón a consecuencia de la falta de respaldo económico por parte de las instituciones, el Ayuntamiento de la localidad norteña se ha puesto manos a la obra para reparar la cubierta de este palacio barroco del siglo XVIII.
La rehabilitación se está ejecutando con dinero de las arcas municipales. En total, se invertirán unos 10.000 euros en esta dotación, que durante varios años funcionó como Instituto de Bachillerato y actualmente es la sede de la Asociación Cultural Barrio Barruelo.
Para ello, el Consistorio montañés ha encargado, con la ayuda delEcyl, a los propios trabajadores municipales que lleven a cabo las operaciones oportunas en las naves centrales del inmueble. Unos trabajos que se están centrando en el retejado y sustitución de elementos deteriorados en la parte alta del edificio, cuya fachada está declaradacomo Bien de Interés Cultural (BIC).
Y es que, según explica el concejal de Obras, Luis Cantero, «en un tejado de estas características y con tantos años de antigüedad, nunca sabes lo que te puedes encontrar, por lo que los trabajadores encargados de esta obra van solucionando los problemas que van surgiendo a medida que avanza la intervención».
Según las estimaciones de la Concejalía de Obras, los trabajos en este histórico edificio «concluirán, previsiblemente, antes de que finalice el mes».
No solo el Ayuntamiento ha puesto el punto de mira en la reparación de La Casona, «también la Casa Consistorial ha sido objeto de una intervención de similares características», puntualiza el edil guardense.
Obras menores. Por otro lado, los técnicos municipales trabajan estos días en la puesta en marcha de varias obras menores en diversos puntos de la villa con el objetivo de facilitar el día a día de los vecinos.
Entre ellas se encuentra la limpieza de los tragantes de agua repartidos por el caso urbano y la colocación de nuevas baldosas en los tramos de aceras en los que éstas se habían deteriorado a consecuencia de las inclemencias meteorológicas adversas.
«Los técnicos del Ayuntamiento de Guardo eligen cada año esta fecha para poner en marcha este tipo de intervenciones de carácter menor pero muy necesarias», señala el concejal de Obras. Además, asegura que se deben dejar libres los conductos de agua subterráneos «para evitar que las lluvias del otoño colapsen el sistema».