Objetivo: sobrevivir

Carlos H. Sanz
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Gabriel Rubí, presidente de 'Aecopa', considera que la salida de la crisis está en una ambiente de confianza nacional, la apertura del crédito, las ventajas fiscales y la adaptación del sector

Objetivo: sobrevivir - Foto: DP

Basta un paseo para comprobar en persona el parón del desarrollo urbanístico de la ciudad. La construcción de viviendas ha sufrido un frenazo en seco cuyas marcas se pueden apreciar en barrios como la Nueva Balastera, Ave María o El Carmen, por nombrar aquellos en los que más parcelas vacías se ven.
«Ya pronostiqué que 2013 iba a suponer otro batacazo para el sector inmobiliario... y creo que me quedé corto», comenta Gabriel Rubí, presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción de Palencia (Aecopa).
«La desaparición de los incentivos fiscales a la compra desde el 1 de enero; el incremento del IVA del 4 al 10 por ciento que supone una subida del 25% de los impuestos, y el endurecimiento de las condiciones para la obtención de crédito, ya nos hacían pensar que iba a ser catastrófico», señala el responsable de la patronal de los constructores palentinos.
Rubí entiende que en la actual situación, con un Gobierno que ha cerrado el grifo de la inversión, la única salida es sobrevivir. «Es un milagro que se hagan viviendas en Palencia», afirma Gabriel Rubí. «Palencia ha sido siempre como un oasis en el sector inmobiliario nacional: aquí no pueden bajar más los precios porque no estaban altos y tampoco se puede decir que hay mucho stock... pero nos estamos quedando sin agua».
«Lógicamente, si antes se hacían en un año 1.800 viviendas y ahora se hacen 200... hay gente que lo está pasando mal».
El presidente de los constructores palentinos confía en que «2014 sea mejor que este año», pero advierte de que «desgraciadamente no hay varita mágica» y aboga por que todos, políticos, banqueros, constructores y ciudadanos, remen en el mismo sentido.
«Mi opinión es que lo primero que necesitamos es un ambiente de confianza a nivel nacional; se trata de un tema político más que económico porque nadie se va a comprometer a un gasto a 20 ó 30 años si no tiene seguro que vaya a poder pagarlo, si no sabe si tendrá empleo. Ante un clima catastrófico, la inversión privada cierra el grifo», asevera.
La segunda pata del cambio que reclama el responsable de los constructores es el crédito bancario. «Se ha pasado de dar un crédito del 100% de la inversión a dar menos del 60%... si es que te lo dan. Hemos pasado de tipos de interés del Euribor más 0,5 puntos a Euribor más tres o cuatro puntos y esos créditos no son accesibles», explica.
Otra de las reclamaciones de Gabriel Rubí es que disminuya la presión fiscal. «La vivienda debe entenderse como bien necesario, y las desgravaciones fiscales deberían aplicarse a sólo en la primera vivienda sino incluso en la segunda», alega.
Rubí defiende que «como se compra menos, se ingresan menos impuestos» y considera «interesantísima» esa deducción fiscal a la compra de una segunda vivienda. 
«Sé que políticamente no es interesante pero ya se hace en los coches y tiene un gran éxito. La deducción por inversión en vivienda no cuesta nada, no sale del bolsillo del contribuyente, y sólo con el 10% del IVA ya se tiene para diez años de desgravaciones», defiende.
El responsable de Aecopa también defiende un nuevo papel de los promotores y constructoras. «Tienen que poner de su parte, adaptarse a la nuevas demandas y posibles compradores. Eso significa revisar precios, dimensiones de las viviendas y atender a las zonas de demanda». 
«Si ya no se venden las viviendas de una habitación o de cuatro, quizá haya que plantearse construirlas con dos habitaciones suficientemente amplias», añade Rubí, que considera que la apuesta por la rehabilitación «puede que sea una salida interesante en el sector», pero recuerda que «también hace falta dinero para rehabilitar».