La Milagrosa de Baltanás luce nueva imagen. Una actuación en esta escultura ha permitido que una de las señas de identidad de Baltanás haya recuperado parte de su esplendor.

Por encargo del párroco de la localidad, una empresa de Dueñas (Archivolta) se ha encargado de la restauración de la imagen.

En un principio estaba en el patio interior del antiguo colegio del mismo nombre, pero ahora se baraja la posibilidad de que La Milagrosa se ubique en la iglesia parroquial de San Millán, para garantizar una mejor conservación y para dar así respuesta a una demanda vecinal de los devotos de esta imagen.

En el antiguo colegio está ubicado el Museo del Cerrato Castellano. Está compuesto por dos edificios, el modernista y un Palacio barroco construido por un vecino de Baltanás, Joaquín Vélez. Posteriormente las hermanas Solórzano, también de Baltanás, fundan el Hospital de Santo Tomás, en este edificio. A finales de 1800 el mismo se destina a colegio, llamándose Colegio de la Milagrosa de Baltanás. En el año 1950 la congregación de las Hermanas de la Caridad, administradoras del colegio, recibe una herencia de un vecino baltanasiego. Entre las pertenencias de esta herencia, la Virgen de la Milagrosa, que fue colocada en el claustro del palacio barroco.