Mientras el Gobierno no se cansa de repetir que España está más unida que el año pasado, lo cierto es que el Parlament, el pasado viernes, reprobó al símbolo máximo del país, el Rey, pidiendo incluso la abolición de la Monarquía. Era el momento pues de ver a Su Majestad en el día grande del país, el de la Hispanidad, con una Fiesta Nacional que siempre ha implicado el amor a la patria, así como el orgullo de pertenecer a la misma. Así, se pudo observar cómo miles de personas disfrutaron con el desfile, en un acto algo deslucido por la lluvia en Madrid y por la tormenta de abucheos al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que se estrenaba sin mucho éxito en esta jornada.  

Así, aparte del error en el protocolo -compartiendo besamanos con los Monarcas, algo inédito-, fue silbado por la mayoría de los ciudadanos allí presentes. Muchos de ellos le tacharon de okupa y traidor al tiempo que reclamaron elecciones generales cuanto antes. «Me lo esperaba, no podía ser menos que Felipe y Zapatero», fue la respuesta del socialista, que, en los corrillos en el Palacio Real, indicó que no negociará los Presupuestos con los nacionalistas e independentistas antes de presentarlos en el Congreso. 

Pero los protagonistas de la jornada volvieron a ser los Reyes, que estuvieron acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía con motivo del Día de la Fiesta Nacional y que quedó algo deslucido por el mal tiempo, ya que obligó a suspender prácticamente la totalidad del sobrevuelo de aviones previsto.