Tras la denuncia por parte del Fondo para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) a un guarda forestal de Cantabria y a un cazador por abatir un ejemplar de ciervo macho en el Parque Natural Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, la Junta de Castilla y León ha aclarado lo sucedido.

Así, señalan desde la Administración Regional que «el pasado miércoles, un cazador con los permisos en regla, y acompañado de un guarda de la Consejería como es preceptivo, se encontraba realizando un rececho a un ciervo macho, en terrenos de la Reserva Regional de Caza de Saja, en territorio de Cantabria, próximo al límite con Palencia». Añaden que en el lance de caza la pieza fue alcanzada por dos disparos, resultando herida y huyendo del lugar. Al día siguiente, porque ya anochecía, el cazador y el guarda salieron a buscar la pieza, localizándola en territorio de Castilla y León y procediendo a cobrarla. «Esta es la práctica habitual y ajustada a la normativa, que también se da a la inversa, de Castilla y León a Cantabria», matizan desde la Junta.

Añaden en la nota explicativa que personal de guardería de Castilla y León y del Seprona de Palencia, que se encontraban en la zona en el uso de sus competencias, han comunicando a las autoridades competentes lo sucedido.

Por último, indican que la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza, órgano cántabro competente en esta materia, ya  se ha puesto en contacto con los responsables de la caza tanto a nivel autonómico como provincial en Castilla y León quedando aclarado el asunto, a la espera de recibir todos los informes solicitados.