Monzón de Campos acoge el tercer hito en recuerdo a los represaliados

O. Herrero
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Se rindió un homenaje a 15 hombres de la localidad y Ribas de Campos fusilados en los inicios de la Guerra Civil por sus ideas políticas, así como a aquellos privados de libertad

El monumento ha quedado instalado en un pequeño parque de la localidad y en él se leen los nombres de 15 represaliados. - Foto: SARA MUNIOSGUREN

Algunos vecinos viven el recorrido de los represaliados.
Algunos vecinos viven el recorrido de los represaliados. - Foto: SARA MUNIOSGUREN

 
Monzón de Campos y la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica rindieron ayer un homenaje a la quincena de hombres que fueron ajusticiados durante la Guerra Civil por «defender» y «estar ilusionados en la joven democracia de la II República», señaló Juan Manuel Monge, presidente de la ARMH de Palencia. 
Muchos de ellos fueron capturados y sometidos a «juicios sin garantías» que acabaron con su fusilamiento, en tal día como ayer, 19 de julio, pero de 1936. Entre los prendidos y fusilados, el alcalde de Monzón en la II República (Pablo López Andrés).
El aspecto tangible de este reconocimiento a «una dignidad que nunca perdieron», como manifestó el actual regidor de la localidad, Mariano Martínez, quedará en forma de monumento de acero en un pequeño parque de la localidad. En la obra de Javier Ayarza se pueden leer el nombre de los vecinos de Monzón de Campos y de Ribas de Campos asesinados por «los grupos de la muerte, amparados por las autoridades, que querían acabar de raíz con el sentimiento democrático y las garantías constitucionales», declaró Monge, quien hizo hincapié en que la ARMH ha empleado todo el tiempo y esfuerzo disponible para lograr dar con los restos de todos, aunque no siempre ha sido posible.
Algunos testimonios de familiares dejaron ver que la revolución de Monzón de Campos el 18 de julio de 1936 ante el golpe de Estado no fue tal. «En la plaza del Ayuntamiento se concentraron varias personas. Enviaron una unidad de la Guardia Civil que apostó una ametralladora a unos 50 metros y disparó una ráfaga. La gente se dispersó. Esa fue toda la revolución, por la que pidieron al menos 10 fusilamientos. Les dieron 11, uno de regalo», lamentó Nicolás Villa.
En la inauguración del tercer tótem de recuerdo a víctimas y represaliados del franquismo (los otros dos están en Torquemada y junto al puente Don Guarín de la capital) se recordó no sólo a los que fueron ajusticiados sino también a todos los habitantes de Monzón que «por el capricho de algunos que señalaban con el dedo» fueron detenidos y encarcelados en penales que les quitaron la salud y media vida». «Sus vidas deben quedar en la memoria colectiva de este pueblo, un recuerdo vivo de convivencia democrática», señaló Monge. «El tiempo ha pasado. Soy muy joven para haber vivido eso hechos, pero recuerdo que la casa de mi tía era una casa triste, y como otro tío mío era una persona muy callada», indicó Sara Rafael hablando de que el fusilamiento de un familiar y el presidio de otro dejaron honda huella años después de haberse producido.
El acto concluyó con la colocación, junto al monumento, de piedras del cercano río Carrión con los nombres que algunos vecinos de Monzón que fueron represaliados en algún grado, escritos por sus actuales familiares.
 
Críticas a la Diputación. Juan Manuel Monge no quiso dejar pasar la ocasión en el primer acto de la ARMH tras la carta en la que la Diputación Provincial denegó la retirada de personajes franquistas de las pinturas del Palacio Provincial, supresión solicitada por la ARMH al identificar en ellas a personas que sustentaron la dictadura en Palencia. 
«Afirma el presidente de la Diputación que es mejor no remover aguas pasadas, y que debemos dejar que el tiempo ejerza su efecto sedante. Parece mentira que lo diga cuando la Diputación de Palencia registró 34 sentencias de muerte entre sus funcionarios por tratar de defender la propia Institución. Pues que sepa que la ARMH no va a estar callada y mucho menos dormida», aseguró.
En cualquier caso, señaló que «por primera vez, reconocen que los represaliados lo fueron por defender el Orden Constitucional».