Dos vecinas de la capital han denunciado ante la Policía Nacional la presencia de pintadas y destrozos en las tumbas de sus respectivos progenitores, situadas en el cementerio municipal de Nuestra Señora de los Ángeles.
Según la denuncia a la que ha tenido acceso Diario Palentino, los hechos ocurrieron entre las 18,30 horas del día 19 y las 17,00 horas del día 24 de septiembre, aunque fuentes consultadas por este periódico informaron que lo más probable es que dichos hechos vandálicos pudieron realizarse el lunes 24 puesto que los operarios del cementerio no habían observado antes incidencia digna de mención.
Las denunciantes indican que en ambas sepulturas se han producido daños en el mármol que recubren las mismas, así como la rotura de la cabeza de una virgen y pintadas con rotulador blanco en el que se puede apreciar palabras como «satán» acompañados con distintos símbolos paganos.
Las denunciantes, tras percatarse de los hechos, acudieron inicialmente hasta las dependencias de la Policía Local, cuyos agentes levantaron el correspondiente acta y realizaron varias fotografías. Posteriormente, las afectadas acudieron hasta la Comisaría de la Policía Nacional para formular la susodicha denuncia.
POLICÍA CIENTÍFICA. Por lo demás, la Policía Científica acudió el martes hasta el cementerio municipal para buscar huellas y recoger cualquier indicio que pueda dar con la identificación y paradero del autor o autores de estos hechos vandálicos.
Fuentes consultadas por Diario Palentino indicaron que es la primera vez en décadas que tumbas situadas en el cementerio de Nuestra Señora de los Ángeles sufren este tipo de hechos vandálicos.
Salvando las distancias solo habría que recordar las pintadas que aparecieron en el cementerio el 1 de noviembre de 2012. En aquella ocasión, el Ayuntamiento de la capital inició una investigación para esclarecer la presencia de tres pintadas realizadas con spray, de grandes dimensiones, que aludían al entonces concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Santiago Vázquez, como «asesino de palomas, gatos y perros». Un año antes en la capilla del camposanto apareció otra inscripción similar.