Hay vida más allá del baloncesto en el recién remodelado pabellón municipal de Palencia. Y ayer Ara Malikian lo comprobó y se lo hizo comprobar a la capital. Quizá los vítores no sean los mismos que cuando Miso enchufa tres triples seguidos, pero los aplausos culturales también son sentidos, entusiastas y reverenciales.El violinista libanés volvía a Palencia para estrenar musicalmente el nuevo espacio. Con capacidad para 5.000 personas en su configuración máxima de conciertos, pero que ayer, por estar también sentados los espectadores de pista se redujo a unos 3.500. Y muy pocos asientos de todos los habilitados se quedaron vacíos. Apenas algunos contados y concentrados en los graderíos más cercanos al escenario, por eso de la visibilidad reducida. No del pabellón en sí, sino del escenario del corral de comedias portátil con el que Malikian se presentó en Palencia. En cuanto al comportamiento del pabellón en su estreno musical, fue notable, con un sonido más que claro y aceptable.