Merino presenta un trabajo sobre los inicios de la fotografía taurina

diariopalentino.es
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Recuperación histórica encomiable del ponente que fue desde el año 1856 hasta principios del siglo XX

Esta semana la Peña Taurina Palentina daba por concluida la primera parte de su actual ciclo de conferencias y coloquios. Y lo ha hizo con la intervención de uno de sus socios, ya habitual también en el uso del burladero de oradores, José Antonio Merino, que, fiel a su trayectoria como aficionado a la historia de la Tauromaquia, presentó un trabajo sobre los inicios de la fotografía taurina.

Previo a la exposición de fotografías, José Antonio, a modo de saludo a la numerosísima concurrencia -en esta ocasión los socios y simpatizantes lograron poner el cartel de no hay billetes-, quiso poner de manifiesto su compromiso con la Fiesta y su preocupación por la situación que está atravesando. Se refirió a los furibundos ataques que recibe por los grupos antitaurinos, fruto, dijo, de una ignorancia absoluta de lo que es y representa la Tauromaquia. «Podrían fijarse -afirmó- en los numerosos intelectuales y artistas del siglo XX que a través de sus obras muestran los valores que atesora». Culpó de esta situación a los taurinos responsables de su mantenimiento, preocupados solo de sus intereses y que ahora se están echando las manos a la cabeza incapaces de reaccionar.

El trabajo de recuperación histórica realizado por Merino es encomiable, la exhibición de fotografías supone un recorrido en el tiempo que va desde 1856, tal vez la primera fotografía hecha en una plaza de toros, hasta los principios del siglo XX, con alguna referencia a Joselito y Belmonte, de los que dijo, existe un caudal informativo muy abundante.

A través del gran aporte fotográfico mostrado desfilaron la mayor parte de los toreros de finales del XIX y principios del XX. Sobre todos ellos, Merino hacía alguna referencia, y en algunos, aquellos sobre los que no había tratado en otras ocasiones, se extendía detallando características de su personalidad y jalonando de sabrosas anécdotas no ya sólo sobre lo que representaba cada fotografía sino también referidas a las propias trayectorias profesionales de los toreros, como la pormenorizada tarde que Cagancho dio en Almagro, que fue de tal magnitud que ha entrado en los anales de la historia de los esperpentos.

Al final los asistentes compartieron  unos pinchos acompañados de unas copas de cava y dulces navideños para desearse unas Felices Fiestas y reiniciar el curso con mayor ilusión, lo que tendrá lugar el próximo día 15 de enero con la visita del excelente banderillero David Adalid.