Sin maroma, pero con morlaco

David Herrero
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Astudillo celebra su nuevo Toro del pueblo sin soga y con gran número de talanqueras para cerrar el recorrido.Una nueva fórmula que despierta inseguridad entre los vecinos, además de añoranza por su ilegalizada tradición

Las fiestas de gran número de pueblos en la geografía nacional giran en torno a la figura del toro. Un animal noble que se convierte en el plato fuerte de la programación.

Después de que la última sentencia del Tribunal Supremo declarase ilegal el tradicional Toro enmaromado, Astudillo ha cambiado su festejo por el Toro del pueblo, una especie de encierro con un único animal.

El reloj marcaba las 17 horas y el cohete se hizo escuchar. El morlaco salió de la plaza y enfiló el recorrido. Mientras tanto, las calles y balcones por donde el animal iba a discurrir en unos minutos rebosaban de público. Muchos de ellos detrás de las talanqueras instaladas por seguridad, y es que el toro camparía a sus anchas dentro de la especie de circuito urbano formado como novedad.

seguridad. La primera pasada del toro destacó por su pureza y frescura, tal fue así que en la parte final del cercado embistió contra una de las talanqueras que aseguraban una calle. Unas medidas de seguridad que funcionaron, pero que no convencieron a todos. 

Un festejo diferente que no convence a la mayoría. «Es un toro muy light. Una fórmula que no gusta», subrayó otro vecino. «Se puede estar de acuerdo o no, pero se acata la sentencia», aseguró Luis Santos, alcalde de Astudillo. «Es algo experimental, pero se está en el buen camino», señaló.