Astudillo coge el toro por los cuernos

Esther Marín
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La Junta da el visto bueno al 'Enmaromado', una tradición ancestral

Astudillo coge el toro por los cuernos - Foto: óscar navarro

Una tradición inmemorial. Un evento con una profunda raíz en el tiempo y en el pueblo. Ese es el convencimiento que Astudillo tenía respecto a la celebración de su Toro Enmaromado en las Ferias y Fiestas de la Santa Cruz y decidió apostarlo todo para lograr su declaración como Espectáculo Taurino Tradicional. Más de una década después lo ha conseguido.

La Consejería de Fomento ha puesto fin a muchos años de polémica e incertidumbre tras la publicación el 5 de septiembre de la Orden FYM751/2014 en la que se concluye que este evento «reúne y consolida las siguientes características: tradiciones y antigüedad, topología ritual, arraigo social, interés cultural e interés festivo social».

Pero el camino no ha sido fácil, ya que atrás han quedado muchas sanciones, críticas, dudas e incluso algún que otro disgusto por parte de los protagonistas de esta andadura. La Corporación Municipal astudillana, con su regidor Luis Santos a la cabeza, siempre ha tenido clara su lucha por la causa y la necesidad de regular esta celebración y en estos años no ha cejado de trabajar para lograr las bendiciones administrativas necesarias.

Cuando Astudillo decidió coger el toro por los cuernos se topó con el Decreto 14/1999, de 8 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de la Comunidad de Castilla y León, en el que se definen los Espectáculos Taurinos Tradicionales y se detallan los requisitos para su declaración como tales. Y aquí aparece el gran hándicap: se necesita justificar que el evento tiene más de doscientos años para lograr su regularización.

En un primer momento se pensó en convencer a la Junta para modificar el artículo en el que hablaba de la antigüedad y lograr que solo fuese necesario alegar un siglo de arraigo de la fiesta en el pueblo, ya que ese tiempo se podía demostrar con pruebas. Pero la ley es la ley y el Ayuntamiento se dio cuenta de que esa no era la vía adecuada, por lo que optó por la investigación, que pasó por indagar en el Archivo Municipal, en el Archivo Eclesiástico y en los libros de las cofradías.

A partir de entonces se empiezan a encontrar documentos de los que se desprende que cualquier evento importante que se celebraba en Astudillo llevaba aparejado un espectáculo taurino y un toro. Y llegó una de las pistas decisivas. Un texto del historiador de la villa Anacleto Orejón, localizado en su libro Historia de Astudillo y del Convento de Santa Clara, en el que hace alusión a que ya en 1565 se celebraba Pentecostés con un toro.

Esta documentación histórica es una de las aportaciones incluidas en el expediente presentado ante la Administración Regional, en el que también se incluyen los testimonios de casi una treintena de vecinos del pueblo, en los que hablan de sus recuerdos, vivencias e historias oídas a sus antepasados, al objeto de justificar que esta fiesta ya se celebraba hace dos siglos.

Así, en 2004 comenzó la recopilación de declaraciones de astudillanos mayores de 80 años, cuyas testificaciones fueron firmadas ante notario para su incorporación a los documentos exigidos por la Junta.

El tercer pilar que forma parte del expediente que ha servido para certificar lo que en Astudillo sabían pero debían justificar ha sido la elaboración de un informe pormenorizado de un especialista taurino en espectáculos tradicionales.

El Consistorio contactó con José Ramón Muelas, investigador y estudioso taurino, que realizó un trabajo «clarificador» en el que trataba de demostrar que la falta de documentación referente a espectáculos taurinos tradicionales se debe a la continua persecución histórica que ha habido contra este tipo de eventos. Pero Muelas también demostró en su informe que, pese a todo, esos espectáculos se han seguido celebrando.

plazos y fechas. Con toda esta documentación en la mano, el Pleno del Ayuntamiento de Astudillo -con el visto bueno de todos los grupos (PP, PSOE y PCAL)- aprobó su presentación a la Junta de Castilla y León el 3 de diciembre de 2013.

El expediente fue registrado el 23 de enero en la Delegación Territorial de Palencia, desde donde, tras superar los correspondientes filtros, fue remitido a la Consejería de Fomento y ha sido la Dirección General de la Agencia de Protección Civil quien ha dado el sí definitivo en una resolución que fue publicada en el Bocyl el pasado 5 de septiembre.

Hasta lograr el sí quiero, el Ayuntamiento y el pueblo de Astudillo en general han sufrido también el peso de las numerosas sanciones que desde hace veinte años la Junta imponía al no tener autorización para celebrar el también llamado Toro del Pueblo.

La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) ha denunciado desde hace más de diez años la celebración de este evento, así como la Guardia Civil. Ahora ha anunciado que presentará un recurso potestativo de reposición contra esta nueva declaración, al considerar que la orden de la Junta está «carente de precisión y concreción» e incurre en «contradicciones».

Al principio, las multas ascendían a 25.000 pesetas (150 euros), pero con el tiempo fueron subiendo, por ejemplo, a los 3.000 euros de 2006 ó a los 5.600 del 2013. Solo en los últimos doce años, las denuncias han supuesto 43.500 euros. Ahora esta partida económica podrá emplearse para otros menesteres, ya que a partir de mañana, y en años venideros, el Toro Enmaromado saldrá con los papeles en regla.