La granizada del jueves en el sur de la provincia tuvo un importante efecto en la factoría automovilística de Villamuriel de Cerrato, donde, hasta 2.000 unidades de Megane y Kadjar fueron dañadas por las pelotas de hielo que cayeron durante unos 20 minutos. La cifra fue confirmada por la propia Renault.Tan importante fue la tormenta y el granizo de tal tamaño en esta zona, que el pedrisco provocó abollones en la carrocería (especialmente en el capó y techo), así como rotura y grietas en las lunas de muchos de los vehículos estacionados en las campas de la factoría, así como en los puertos secos como el de Venta de Baños, donde Renault ha vuelto a almacenar turismos.Los daños no se dieron únicamente en los vehículos, sino también en algunas dependencias de la factoría, como una sala de descanso de trabajadores, donde el granizo agujereó la cubierta. Igualmente, la cadena tuvo que parar debido a la fuerte tormenta.