El fracaso del Gobierno con la devolución de los Presupuestos marca un punto de no retorno en la legislatura y los partidos exigen ya elecciones generales, a la espera de que el presidente, Pedro Sánchez, decida mañana si las convoca o no. El final del debate de ayer se convertía así en el pistoletazo de salida de una precampaña que se alargará lo que decida Sánchez, el único con potestad para convocar los comicios.

Fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la encargada de analizar la situación y, una vez más, aseveró que la intención del Ejecutivo es seguir trabajando. Incluso añadió que el Ejecutivo culminará tareas pendientes. 

Y mientras Montero hablaba de seguir trabajando, otros ministros insistían en que solo el presidente puede y debe decidir cuáles son los pasos a partir de ahora. En breve habrá noticias, adelantaba por una parte el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, mientras la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, advertía de que el presidente «medita todo».

Del otro lado, la mayoría de los partidos de la oposición solo plantean una posibilidad: elecciones. Algo en lo que están de acuerdo ya no solo PP y Ciudadanos: también Podemos, que las ve inevitables.

El líder del PP, Pablo Casado, consideró «inaplazable» la llamada a las urnas y comenzó a lanzar sus mensajes de campaña. Para empezar, recalcó su intención de repetir una alianza como la andaluza y apostó por formar un «frente común» con Ciudadanos y Vox para frenar al separatismo y al populismo.