La sequía hunde un 20% la venta de tractores nuevos

P. Velasco
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Los agricultores castellanos y leoneses incrementaron, a pesar de ello, un 11,5 por ciento la adquisición de maquinaria agrícola durante 2018, con el mejor dato desde el año 2012

Un agricultor trabaja en una finca con su tractor, cuyo mercado de compraventa se ha visto afectado en los últimos años por la falta de rentabilidad.

La sequía que padeció la Comunidad durante el año 2017 y las consecuencias «catastróficas» que tuvo para el campo siguen pasando factura a las explotaciones agrícolas y ganaderas de Castilla y León pese a la mejora de la cosecha de 2018. Una baja rentabilidad que, como señalan desde las organizaciones profesionales agrarias, es la causa de la caída de las ventas de tractores nuevos durante el año pasado en la región, ya que el sector opta por invertir en la adquisición de tierras o en la modernización de los sistemas de riego, alargando en lo posible la vida útil de la maquinaria.

2018 fue el peor año para la venta de tractores en Castilla y León desde que se dispone de datos para lo que hay que remontarse al año 2006. Así lo recoge el Registro Oficial de Maquinaria Agrícola (ROMA) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que sitúa el año pasado como el ejercicio con un menor número de operaciones de compra de nuevos tractores en la Comunidad con 1.038 inscritos frente a los 1.942 de 2006.

Pese a este retroceso en las ventas del «rey del campo», que descendieron un 20 por ciento respecto al año 2017 en toda la Comunidad, las operaciones de compra de nueva maquinaria en general crecieron un 11,5 por ciento con un total de 5.379 ventas respecto a las 4.824 que se registraron durante el año 2017, principalmente por el aumento de maquinaria arrastrada o suspendida y los remolques.

Desde las opas justifican estas cifras principalmente por la baja rentabilidad de las explotaciones que arrastran todavía las consecuencias de la sequía de 2017. «Con precios nada halagüeños y con una renta agraria que sigue bajando, los agricultores no pueden gastar más en maquinaria», recalca uno de los coordinadores de la Alianza UPA-Coag, Aurelio González, que añade que el aumento en algunos tipos de maquinaría como los equipos de fertilizantes o tratamientos y en los remolques se debe a que son más «baratos» y la renovación es necesaria «porque sufren un mayor desgaste».

Una opinión compartida por el presidente de Asaja de Castilla y León, Donaciano Dujo: «Venimos de un año catastrófico para la Comunidad, con ingresos escasos, una cosecha nula y crisis de precios, y los agricultores y ganaderos han llegado a 2018 bajo mínimos». Dujo añade una segunda causa por la que se ha producido un retroceso en la venta de tractores como es que en 2018 no se han convocado las ayudas para la incorporación de jóvenes al campo y la modernización de explotaciones.