Pocas plazas de la capital palentina muestran un lado tan frío e «inhóspito», como la definió el delegado de la Junta, Luis Domingo González, como la Mariano Timón. Un ágora en el que confluyen tres edificios (sobre todo dos) con un gran número de usuarios: las dependencias municipales, la Biblioteca Pública y el Archivo Histórico Provincial. 

Con intención de cambiar esta cara, Junta, Ayuntamiento y Estado se conjuraron el pasado mes de marzo para darle otro aire a una plaza gris. Ayer fue el Ayuntamiento el que comenzó su parte del trabajo, con la retirada de los solados y baldosas de la plaza que serán sustituidos por otros más modernos, además de colocar una fuente. El Consistorio también instalará una nueva iluminación y se plantea poner cámaras de vigilancia para aumentar la seguridad de la zona.

La Junta se comprometió a retirar las verjas de la entrada de la Biblioteca desde esta plaza y el Estado a instalar unas jardineras con la intención de crear una cascada verde. Según el arquitecto Luis Arranz,«se debe adecuar la plaza para que se convierta en un espacio agradable y accesible».