En el calendario de fiestas universitarias, la conocida como ITA que se celebra en Palencia, figura entre las de mayor tirón. Prueba de ello es que ayer reunió en el Parque Ribera Sur a miles de jóvenes. Organizada por los alumnos del segundo curso de los Grados de Ingeniería Agrícola, Ingeniería Forestal, Ingenierías de las Industrias Agrarias y Agroalimentarias y Enología, es también objeto de controversia.
Según los datos facilitados por la Policía Local, hubo que trasladar al Complejo Asistencial Universitario de Palencia a dos personas por intoxicación etílica. En el hospital de campaña fueron 40 las atenciones prestadas por distintos motivos. Además, hay que decir que al cierre de la edición no se había registrado ninguna denuncia por la venta de alcohol a menores.
El Ayuntamiento de la capital palentina selló toda la verja del parque horas antes de la apertura del recinto con el objetivo de que el control de acceso instalado funcionara tal y como estaba previsto. Además, la organización instaló un sistema de vallado interior para impedir la presencia de personas que no tuvieran entrada o que no superaran la edad mínima de 18 años. Así, el un único punto de entrada y de salida estuvo en las inmediaciones de la rotonda que conecta el Paseo de la Julia con la avenida de Madrid. Allí había que enseñar la entrada original, demostrar ser mayor de 18 años y que no se iba a introducir vidrio en las instalaciones. Comprobados estos extremos, se colocaba una pulsera que había que llevar hasta el final de la fiesta o hasta abandonarla sin intención de regresar.
El Ribera Sur volvió a acoger esta multitudinaria fiesta universitaria al rechazar la organización la nueva ubicación ofrecida por el Ayuntamiento, la Plaza de Toros. Los 3 euros de la entrada iban destinados a sufragar los gastos ocasionados por los compromisos adquiridos por los organizadores para mejorar la seguridad y limpieza del recinto. Además de la empresa de seguridad, los promotores tuvieron que cumplir otros requisitos, como la contratación de un seguro de responsabilidad civil, un plan de seguridad y de evacuación del recinto y un hospital de campaña. Asimismo, contrataron una empresa de limpieza para dejar el parque en condiciones.
A la venta se pusieron 10.000 entradas, de las que, inicialmente, la organización dejó en Palencia 6.000. Vendidas éstas enseguida y dado que había demanda, otro millar a las que en otras provincias no se dio salida pudieron adquirirse en la capital palentina. Las entradas se vendieron en Valladolid, Burgos, León, Salamanca y Cantabria, desde donde se organizaron desplazamientos hasta la capital palentina. De Burgos, por ejemplo, llegó una veintena de autobuses.
La celebración de la ITA 2015 conllevó el despliegue de un amplio dispositivo de control en Ribera Sur, inmediaciones y accesos a la ciudad. Un empresa privada fue la encargada de controlar la entrada y salida al parque, así como del buen desarrollo de la cita festiva. El Ayuntamiento capitalino había exigido a los organizadores 40 vigilantes, que estos aumentaron hasta el medio centenar para una vigilancia más exhaustiva. Además de la seguridad privada hay que hablar de la presencia de agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, que establecieron controles de alcoholemia y drogodependencia. Fueron unos 200 y al cierre de la edición eran cinco las pruebas positivas por consumo de alcohol y dos por drogas, según informó la Subdelegación del Gobierno.
Como cada mayo se celebra en Palencia esta fiesta en honor a San Isidro Labrador. Dentro del Ribera Sur a los asistentes les esperaban horas de música y diversión a cargo de grupos locales y de algunos de los dj de música electrónica más importantes de la región como Héctor Calderón, Roberto Val, Darío Gómez, Bruno Antolín, Sergei Rez, El Gordo y El Flaco, Catulo y Los Tavones.