Turquía «no va a poner la otra mejilla» ante la «guerra comercial» declarada, a juicio de su presidente, Recep Tayyip Erdogan, por Estados Unidos. El incremento de los aranceles al aluminio y el acero promulgados por el jefe del Ejecutivo de Washington, Donald Trump, entraron ayer en vigor y, en plena devaluación de la moneda otomana, la medida no ha hecho sino perjudicar la economía de la nación euroasiática.

Para Erdogan, la actuación de Trump no es más que una «puñalada por la espalda» contra su país, una idea que viene repitiendo desde que la Casa Blanca anunciase el incremento el pasado viernes.

«Por una parte, somos aliados estratégicos de la OTAN y por la otra te disparan en los pies. Por una parte, cuando todos abandonaron Afganistán, nosotros seguimos; estamos en Somalia con la OTAN... Y luego tienes que afrontar que te apuñalen por la espalda», denunció sobre EEUU.

«Existe una Organización Mundial del Comercio. No te puedes acostar por la noche y, cuando te levantes por la mañana, dices: ‘He puesto tales aranceles al acero’», censuró el mandatario turco.

Por eso, aseguró que no claudicará ante Trump y avisó de que, si bien hasta ahora no ha tenido la idea de dañar a su «socio», no dudará en responder con la misma moneda si éste continúa con «su actitud hostil».

«Hasta hoy, no hemos hecho nunca nada con mala intención contra EEUU. Pero si las cosas van así, hay un proverbio árabe: Men dakka dukka (Donde las dan, las toman), y eso haremos», advirtió.