Fumata blanca en el Palacio de San Telmo. El candidato del PP-A a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, contará con el apoyo de los 21 diputados de Ciudadanos y de los 12 parlamentarios de Vox para ser investido, en primera votación ante el Pleno del Parlamento, como nuevo jefe del Ejecutivo regional de la XI Legislatura, al frente de un Gobierno de coalición entre populares y liberales que pone fin a 36 años de los socialistas en el poder. 

Después de 24 horas frenéticas marcadas, según Génova, por las condiciones «inaceptables» el día anterior de Vox, dos reuniones celebradas por la mañana en Madrid y por la tarde en Sevilla entre los negociadores de Abascal y los de Casado, desembocaron en un acuerdo de 37 puntos, entre los que destacaban la puesta en marcha de una Consejería de Familia, políticas más estrictas en materia de inmigración y la sustitución de la Ley de Memoria Histórica. Fuera quedaba la derogación de la normativa relativa a la violencia machista, que había levantado ampollas en el resto de partidos, incluyendo los barones del bloque conservador. También se descartó la exigencia de que se centralizaran Sanidad, Educación y Justicia, así como la discriminación del colectivo Lgtbi.     

Tal y como deseaba Ciudadanos, que quería tener a Vox lo más lejos posible, se firmaron los pactos con el PP por separado, en la sede del Parlamento andaluz. 

Además de los dirigentes regionales de los citados partidos, los encuentros en la Cámara contaron con la presencia de los secretarios generales de PP, Teodoro García Egea; de Cs, José Manuel Villegas, y de Vox, Javier Ortega Smith. 

Estos acuerdos fueron suscritos un día antes de que la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, desarrolle la ronda de consultas con los portavoces parlamentarios de cara a proponer un candidato a la investidura para el Pleno que se desarrollará la próxima semana y cuya fecha definitiva fijará mañana la Junta de Portavoces.