Archivolta, empresa experta en restauración de patrimonio histórico y religioso, ha valorado los daños ocasionados en el accidente ocurrido el pasado jueves, cuando el conductor de un turismo se empotró contra el muro perimetral de la iglesia de La Compañía después de arrollar a un peatón en la calle La Cestilla, en casi 20.000 euros, según informaron a este periódico fuentes de la Diócesis.
Las mismas fuentes indicaron que el informe será elevado ahora a la Comisión de Patrimonio Histórico de la Junta de Castilla y León, dado que el recinto religioso está catalogado como Bien de Interés Cultural. A consecuencia del accidente, dos pilastras, sus pináculos y el petril de piedra del siglo XVII se fueron al suelo tras el fuerte impacto del vehículo, así como la verja de hierro que recubre el céntrico recinto religioso.
Como ya publicó Diario Palentino, la Diócesis ya gestiona la obtención de las pertinentes licencias de obra al Ayuntamiento y de la Comisión de Patrimonio Histórico con el objetivo de acelerar al máximo el inicio de la reparación. No hay que olvidar que desde 1982 esta céntrica iglesia de la capital es Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento Histórico-Artístico de interés nacional. Por de pronto, ayer fue vallado el perímetro de la iglesia para asegurar el recinto de cara a los actos previstos el próximo sábado con motivo de la celebración de la Virgen de la Calle, patrona de la ciudad.
En otro orden de cosas, el peatón que resultó herido tras ser arrollado por el vehículo e identificado como A.G., de 44 años e ingeniero de profesión, aún se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Río Carrión, aunque su evolución es favorable, según indicaron a este periódico fuentes consultadas.
Al parecer, el peatón, encargado de las obras del aparcamiento del nuevo hospital, podría ser trasladado, en cuanto su situación clínica mejore, hasta un centro sanitario de Bilbao, ciudad donde reside. La víctima ingresó en el complejo hospitalario con politraumatismo y su evolución es favorable.
Asimismo, tal y como publicó este periódico, el Laboratorio de Toxicología de la Universidad de Santiago de Compostela determinará si el conductor del turismo, I.G., de 49 años, conducía o no bajo los efectos de las sustancias estupefacientes después de que el primer test diera positivo por drogas, según fuentes municipales.
Con todo, las pruebas complementarias realizadas han sido derivadas hasta el citado centro universitario gallego puesto que actualmente alberga el laboratorio de referencia a nivel nacional en cuanto a las analíticas o narcotest indiciarias que se practican por los distintos cuerpos de seguridad a pie de carretera.
Además, fuentes consultadas han indicado que, al parecer, aún no se ha localizado el pertinente seguro obligatorio y la documentación de la ITV del automóvil que se vio implicado en el accidente, aunque el propio conductor aseguró en declaraciones a Diario Palentino que tenía la documentación del seguro del coche en regla.
Como ya publicó este periódico, si el turismo cuenta con el pertinente seguro (así lo mantiene I.G.) y se certifica que el conductor no ha consumido drogas o alcohol, y así lo estima la autoridad judicial, la compañía aseguradora en cuestión debería resarcir al peatón atropellado por las lesiones, así como los daños originados en la iglesia.
Si las pruebas analíticas confirman -y así lo acredita el juez- la ingesta de sustancias estupefacientes, la compañía aseguradora del vehículo afrontaría las indemnizaciones correspondientes y posteriormente sería la propia compañía la que exigiría al conductor las responsabilidades que conlleve el procedimiento.
Y el tercer escenario sería si el vehículo carece de seguro. En es te caso afrontaría el capítulo de indemnizaciones el Consorcio de Compensación de Seguros, que finalmente podría exigir al conductor a título particular la conveniente responsabilidad.