La yesca amenaza todas las zonas vinícolas al detectarse varios focos potenciales

P. Velasco / Valladolid
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El Itacyl cifra en un 2,58% las cepas afectadas por enfermedades que dañan la madera de la vid, con elevado riesgo de propagarse si no se interviene con rapidez

El 2,58 por ciento de las cepas de Castilla yLeón están afectadas por enfermedades del complejo de «hongos de la madera», conocidas de forma genérica como yesca. Así lo estima un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico Agrario de la región (Itacyl) que pretende servir de base para conocer la incidencia de este mal en los viñedos de la Comunidad y así poder poner en marcha medidas preventivas para atajar el problema antes de que continúe su expansión.

Estos hongos que atacan a la madera de la vid hasta dejarla seca amenaza a todas las zonas vitivinícolas castellanas y leonesas, aunque el grado de afección es mayor en Toro, los viñedos no acogidos a ninguna figura de calidad y Ribera del Duero. El jefe del área de Investigación Agrícola del Itacyl, Francisco Javier Puertas, recordó a este periódico que la yesca «es un problema antiguo» que hasta el año 2003 se controlaba con un producto químico más eficaz, el arsenito sódico, ya no autorizado en toda la Unión Europea. Esto ha provocado que «se extienda la enfermedad a zonas donde no era frecuente como Suiza y Alemania», como aseguró Puertas.

La preocupación de los agricultores castellanos y leoneses ante la inexistencia de un tratamiento eficaz para su control llevó a la Consejería de Agricultura y Ganadería a realizar por primera vez este estudio en las doce zonas que cuentan con una figura de calidad de la Comunidad y en la de vinos de Tierra de Castilla y León para hacer una prospección científica de qué grado de incidencia tiene la enfermedad.

Los resultados de dicho informe, que Puertas apuntó como «preliminares» ya que los análisis tendrán continuación, revelan que «Castilla y León no es de las zonas más afectadas», aunque es la única Comunidad que cuenta con un estudio de este tipo. «La media es un poco fluctuante, hemos detectado que hay un 2,58 por ciento de cepas afectadas», añadió.

Por figuras de calidad, las denominaciones de origen de Toro (5,76 por ciento) y Ribera del Duero (3,2 por ciento) son las que mayor incidencia presentan, mientras que en el caso de Cigales y Tierra del Vino de Zamora, el Itacyl ha registrado entre un dos y un tres por ciento de afección. Además, por encima del uno por ciento se sitúan Arlanza, Arribes, Bierzo, Rueda y Valles de Benavente. En Tierra de León, Sierra de Salamanca y Valtiendas, la incidencia ha sido menor al uno por ciento.

Respecto al resto de viñedos no amparados bajo ninguna figura de calidad, los acogidos a Vinos de la Tierra de Castilla y León, la incidencia media observada es del 3,65 por ciento, aunque este dato corresponde casi en su totalidad a la zona sur de Ávila, principalmente en el área de Cebreros, donde se localiza el mayor dato global promedio de afección con un 5,79 por ciento, según el informe del Itacyl.

El estudio también analiza los daños en función de la edad del viñedo y especifica que los menores de diez años han presentado una menor incidencia (1,31 por ciento), mientras que los más viejos, anteriores a 1979, superan el 2,55 por ciento. En cuanto a los viñedos adultos entre 1979 y 2003, se observa una posible diferencia entre los plantados hasta 1993, con incidencia del 2,35 por ciento, respecto al de la década 1994-2003 -cuando se produjo el auge de las plantaciones en Castilla y León- donde el grado es mayor, alcanzando el 3,65 por ciento.

Una de las conclusiones apuntadas por este organismo es que se detecta sintomatología compatible con la yesca «prácticamente» de forma generalizada en todas las provincias y figuras de calidad, «aunque haya casos en que dicha presencia no pueda calificarse como más que testimonial» pero suponga la existencia de «focos potenciales de expansión» de este tipo de enfermedades en los próximos años en todo el territorio.

Puertas reconoció que hay parcelas que pueden tener hasta un 20 por ciento de cepas afectadas y que el problema preocupa a los agricultores, ya que en estos momentos, «salvo métodos de control profilácticos y preventivos de contagio, no hay ningún sistema efectivo para curar la enfermedad».
«Nuestra experiencia nos demuestra que las viñas más afectadas son las que están sometidas a más estrés, eso se produce más en el sur de España que aquí. El problema es que sino se toman medidas, esto puede provocar que la enfermedad se difunda mucho más», añadió.

Muestreo. Para obtener esta información, el Itacyl ha evaluado un uno por ciento de la superficie de viñedo total de la región (unas 74.000 hectáreas), donde se han analizado muestras de 728 plantaciones y 138.056 cepas. La elección de las zonas se basó en criterios de jerarquización en los que se tuvieron en cuenta aspectos como la distribución geográfica, la inclusión de todas las figuras de calidad, las edad de los viñedos, la densidad de la plantación, los sistemas de conducción y las variedades más representativas.

«Estamos hablando de un producto de excelencia y calidad como es el vino por lo que hay que intentar prevenir este tipo de enfermedades», matizó el jefe del área de Investigación Agrícola, que incidió en que la yesca afecta a la cantidad, porque las cepas afectadas son menos vigorosas, pero no a la calidad ni tiene ninguna incidencia para el consumidor.

A raíz de este informe se va a intentar poner en marca un programa de investigación nacional con otras comunidades para evitar la propagación de estos hongos.

Además, se va a continuar con la vigilancia y monitorización de la evolución del viñedo en la región en lo referente a enfermedades fúngicas, aplicando metodologías ya disponibles para la próxima campaña como la complementariedad de las evaluaciones sintomáticas con la analítica identificativa y de diagnóstico del agente casual que la ocasiona para profundizar en la problemática de los viñedos de Castilla y León.