El termómetro se enfría

O. H.
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El estancamiento de los portes y los servicios desde comienzos de año hace temer a los profesionales del asfalto el adelanto de una nueva recesión económica

 
Cuando hay que moverse, son los primeros en arrancar, pero cuando las cosas vienen mal dadas y todo se desacelera, los transportistas son los primeros en echarse a la cuneta, parar y activar el freno de mano. «Somos el termómetro de la economía, el sensor que marca la marcha que tiene», explica Óscar Baños, presidente de la Asociación de Empresarios Palentinos del Transporte (Aempatra) desde hace tres años y de la cooperativa de transportistas de Guardo desde hace más de una década. 
Y, actualmente, ese termómetro parece que está perdiendo temperatura. «En lo que llevamos de año, especialmente de febrero para acá se ha notado una paralización en la recuperación que habíamos notado en los años 2014 y 2015. Incluso una caída en los movimientos de mercancías», asegura el presidente de Aempatra, colectivo que engloba a 262 asociados de todos los tamaños. «Muchos son autónomos, con un camión, otros con unos pocos, otros son grandes empresas. Algunos trabajan al enganche para grandes cargadores. La verdad es que se trata de una asociación muy heterogénea».  
«No es que lleguemos de unos años extraordinarios, pero es verdad que en 2014 y 2015 sí se notó un aumento de la actividad». Para afrontar ese incremento en la demanda de transporte, los profesionales y las empresas se decidieron a modernizar sus flotas. «Se compraron bastantes camiones nuevos. Algunos están llegando todavía porque hay un período entre que se encargan y llegan. El problema es que ahora no hay viajes para ellos», declara Baños, que teme por la viabilidad de muchos empresarios y autónomos del sector en Palencia.
«Pero no es algo que se esté dando sólo en Palencia. Es algo a nivel general. Hablas con gente de Asturias, de Santander, de Madrid y te cuentan la misma situación: un parón acentuado en lo que llevamos de año 2016, sobre todo en los dos últimos meses». 
¿Cuál es la razón? Difícil de saber, afirma Óscar Baños, aunque matiza que «la situación en el país, con la inestabilidad de no tener un gobierno, no ayuda». Una razón que han esgrimido ya otros sectores que también han alertado del estancamiento de la actividad comercial. «Antes, en nuestro caso, aunque en España la situación estaba mal, tenía un salvavidas en Europa. Pero es que ahora, el resto de Europa tampoco es capaz de echar una mano».
De forma que ahora mismo, como señala el presidente de Aempatra, «hay poco trabajo y mal pagado». Esto obliga a plantearse a los transportistas hasta dónde pueden llegar para seguir trabajando y a la vez ganar para mantenerse. «Depende de la capacidad de cada uno. Habrá quien pueda aguantar sin tirar los precios y otros que tengan que hacerlo. Lo único claro es que bajar los precios es fácil. Volver a recuperarlos, no».