Lo conocimos a comienzos del año 2012, pero los conductores palentinos no comenzaron a temerlo, hasta diciembre de ese mismo año. Desde que en el último mes de 2012 se puso en marcha el foto rojo, ese artilugio que controla que los conductores respeten el disco y no se salten la señal luminosa en tres puntos determinados de la ciudad, ha cazado a 8.068 vehículos atravesando cruces en el momento que no les correspondía.
Sin embargo, la evolución de infracciones captadas por los dos dispositivos de los que dispone la ciudad es descendente. Valga como ejemplo que en su primer mes de funcionamiento, en diciembre de 2012, fueron sancionados 1.230 conductores, a una media de más de 45 al día.
Si se toma como referencia los dos años completos en los que los foto rojos han estado funcionando en Palencia, las multas por este motivo se han reducido a la mitad. En 2013 fueron multados 4.460 vehículos (12 por jornada), mientras que en 2014 el número cayó hasta los 1.983 conductores (5,4 por día) .
A estos datos hay que añadir matices. En 2013 sólo había un foto rojo, por lo que la cosecha la hizo un sólo vendimiador, que se movió del cruce de la avenidas de Valladolid y Cardenal Cisneros a la intersección entre la avenida Castilla y el Puente Mayor. En cambio, en todo 2014, la cifra, con dos de estos guardias automáticos ya funcionando, se redujo a poco más de 5 al día, manteniendo su ubicación uno en la orilla del río y otro vigilando el semáforo de la avenida Casado del Alisal, ante el edificio de la Delegación Territorial.
En lo que llevamos de año 2015, la media se mantiene ligeramente por debajo de esas 5 infracciones al día. Además de estas dos ubicaciones, el Ayuntamiento tiene la posibilidad de moverlos a otros puntos de la ciudad como la avenida de Santander, Reyes Católicos o Asturias. Sin embargo nunca lo ha hecho. Sobre la cuestión crematística, las arcas de la ciudad han recaudado más de 806.800 euros (contando con que todos los conductores se acogieran al pronto pago de 100 euros, frente a los 200 ordinarios). Los foto rojos han sido causa de la pérdida de 36.270 puntos.
En el lado positivo, aunque no cuantificable de forma objetiva, también han evitado muchos accidentes y posiblemente hayan salvado alguna vida. «Esta reducción es una buena noticia. Que la gente vea que es peligroso, sobre todo para los peatones, saltarse un semáforo. A nivel nacional, estos dispositivos han registrado la misma evolución, explicó Paloma Rivero, concejal de Tráfico.
Implantación sigilosa. Cuando los palentinos se acostumbraron a su presencia pacífica, comenzó a multar. Porque si antes nos referíamos a que lo conocimos a principios del año 2012 y comenzamos a odiarlo en diciembre es porque durante ese tiempo el foto rojo estuvo instalado, pero sin sancionar. Telvent, responsable del mantenimiento del sistema semafórico de la ciudad, pidió al Ayuntamiento permiso para realizar una prueba privada con un foto rojo propio en el Puente Mayor. Desde el Consistorio aseguraron que no era una petición del ejecutivo, pero poco más tarde, y a la vista del numero de infracciones que se cometían en ese cruce, Tráfico decidió beneficiarse de esa prueba. No en vano, las cifras eran escandalosas: Del 29 de febrero al 22 de mayo (en pruebas) se registraron 4.725 infracciones. Más que las de todo el año 2013, cuando ya multó. Su primera ubicación sancionadora fue en la avenida de Valladolid, donde durante las pruebas llegó a cazar 122 infracciones en un solo día.
Cuando el Ayuntamiento contrató la modernización del sistema de notificaciones a mediados de 2013, se aprovechó para encargar dos foto rojos. El segundo entró en funcionamiento en 2014. Como curiosidad, y según la Memoria de la Policía Local, todas las sanciones por saltarse semáforos en 2014 partieron de estos dispositivos.