Los taxistas mantienen su pulso al Gobierno y no lo detendrán hasta «ganar». En huelga indefinida desde el pasado viernes en Barcelona y en Madrid desde el sábado, el resto de conductores en España se están sumando al plante -Andalucía, País Vasco, Baleares, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Cantabria, entre otras- para exigir al Ministerio de Fomento que las licencias sean urbanas. Hasta entonces, no se levantarán las movilizaciones e, incluso, aseguraron, irán a más. El colectivo está dispuesto a ir «hasta el final», según apuntaron los portavoces de la Ciudad Condal, que advirtieron de que, incluso, endurecerán sus protestas, llegando a bloquear la frontera o iniciar una huelga de hambre. Todo, con el objetivo de que se respete el ratio de una licencia de alquiler de vehículos con conductor (VTC) por cada 30 taxis.

«Si no conseguimos que se apruebe la licencia urbana, intensificaremos las movilizaciones en todo el país coordinadamente y pararemos la economía», defendió el portavoz de Élite Taxi, Alberto Álvarez, en la asamblea que celebraron para informar al gremio de la situación y de los próximos pasos a seguir de cara al encuentro que tienen hoy con Fomento. 

En este sentido, explicó que, si no se cumplen sus voluntades, se «levantarán de la mesa», y convocarán a todos los profesionales para seguir con las protestas, aunque espera que este viernes se apruebe un decreto en el Consejo de Ministros que arregle la situación.