Constantino Caminero: «Hamelín no existe»

diariopalentino.es
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El coordinador del Observatorio de Plagas de Castilla y León no entra en la guerra de cifras y habla de una situación «diferente» a la del año pasado

Constantino Caminero: «Hamelín no existe» - Foto: Oscar Navarro

Hamelín existe. Es una ciudad alemana situada en la Baja Sajonia. Distinto es que podamos encontrar al flautista que, según dice la leyenda, libró a la ciudad en el siglo XIIIde una plaga de ratas.

Constantino Caminero, técnico responsable de Gestión de Topillos del Itacyl, no cree en los milagros. Cree más en la línea científica para tratar de atenuar los efectos de los topillos en el campo. «Hamelín no existe.  Lo que sí hay son estrategias para combatir a los roedores», aseguró ayer minutos antes de dar a conocer a los agricultores palentinos las actuaciones que se están realizando y que se pueden realizar en las próximas semanas, dependiendo de los datos obtenidos en los últimos controles. Caminero aseguró que con los topillos ocurre lo mismo que con el fútbol, «parece que todo el mundo sabe», y eludió dar datos como el número de ejemplares por hectárea «porque no es el único parámetro a tener en cuenta» para hablar en cambio de una «situación diferente a la del año pasado».

No dio datos, pero pueden hacerse una idea: a partir de 200 ejemplares por hectárea es cuando se dispara el riesgo de plaga de roedores.

¿Existe riesgo en la provincia de Palencia? ¿La situación es mejor o peor que hace un año? «El comportamiento poblacional ha sido diferente», sentenció el técnico del Itacyl.

Comportamiento aparte, lo evidente es que hay un riesgo que se quiere controlar.

Lo hay  porque hasta 45 localidades de la provincia pueden utilizar fuego en cunetas y regatos para prevenir su presencia.

Otra cuestión distinta es que esa situación que sigue muy de cerca el Observatorio de Plagas de Roedores, evolucione negativamente.

Para que eso no ocurra Caminero ofreció a los agricultores unas recomendaciones para actuar ante la presencia de topillos en sus explotaciones.

Apostó por el control biológico con aves rapaces; el volteo de cunetas para matar al topillo y por  romper de manera inmediata los posibles montones de tierra que produzca ese volteo.

También se posicionó a favor de la quema de esas cunetas para eliminar los posibles refugios de los topillos y sugirió la posibilidad de arar en profundidad la orilla de los sembrados cuando los roedores sólo se encuentran en las cunetas para evitar que su presencia se extienda a toda la parcela, puesto que el topillo sólo se traslada hacia los lugares donde hay comida.

En la charla ofrecida en Viñalta, Constantino Caminero explicó las mejores épocas para actuar contra el topillo y disminuir su presencia y repasó la normativa actual existente en la lucha contra esta plaga.