Figlmueller compra la maquinaria de Agua Palentina

Alberto Abascal
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La firma palentina East Atlantis Port, que se adjudicó el lote por 853.000 euros, llega a un acuerdo de venta al grupo alimentario austríaco

La empresa palentina East Atlantis Port, liderada por Conrado  Merino, que  recientemente  se hizo a través de una subasta judicial con el único lote de la maquinaria de Agua Palentina, que también incluía la licencia comercial Fuentes de Lebanza, por un montante de 853.000 euros, ha llegado a un acuerdo para venderla al grupo alimentario austríaco Figlmueller. La venta, con independencia del impuesto del IVA y el coste de la subasta, se ha producido prácticamente por el mismo precio de esta adquisición mediante subasta. Conrado Merino explicó ayer que el acuerdo de venta se ha producido «por el bien de Agua Palentina y el futuro de la empresa por cuanto el grupo austríaco, dedicado sobre todo a la restauración,  poseía las naves y los derechos de explotación y no estaba dispuesto a desprenderse de los mismos. Si ellos no vendían ni nosotros tampoco, el futuro de la firma Agua Palentina sería muy negro. En este sentido, creo que hemos dado un paso al frente por el bien de la entidad empresarial palentina». Como ya publicó Diario Palentino, el adjudicatario final de la subasta, supervisada por la administración concursal, si quería conseguir el conjunto de la unidad productiva debía negociar y adquirir los derechos de explotación y las hipotecas de las naves a través del fondo irlandés Baracoa Holdings, que se convirtió en el principal acreedor de la compañía tras adquirir toda la deuda a la entidad bancaria Cajamar. Según la información aportada, recientemente el grupo austríaco había adquirido del fondo irlandés tanto los derechos de explotación como la propiedad de las naves industriales ubicadas en La Pernía y ahora, con esta adquisición, Figlmueller  se hará con la unidad productiva de Agua Palentina, que comercializaba Fuentes de Lebanza. La administración concursal comunicó el pasado mes de mayo el despido a los cuatro trabajadores que quedaban en la empresa antes de proceder a la liquidación definitiva de la firma, después de que la mercantil SH Distribución no afrontara finalmente en el plazo convenido el montante total para hacerse con la unidad productiva.