Julián Martínez, de nuevo al frente de UGT con el 41,3% de los votos

Carlos H. Sanz
-

El secretario provincial en la etapa 2005-2009 asume la nueva dirección de un sindicato en el que la reestructuración ordenada desde la Ejecutiva Regional reabre una brecha «histórica»

Julián Martínez, de nuevo al frente de UGT con el 41,3% de los votos - Foto: DP

 

Julián Martínez Calderón regresa al frente de la Unión General de Trabajadores en Palencia como lo hizo en 2005, a modo de clave de bóveda, o  candidato de consenso, para sustentar una organización sindical que amenaza con venirse abajo tras la decisión del Congreso Autonómico de eliminar las Ejecutivas Provinciales.
El XII Congreso Provincial le eligió secretario con el 41,3% de los votos de los 92 delegados que participaron en la elecciones: 38 votos a favor, 28 en blanco y 26 nulos. Esos fueron los resultados de un proceso congresual al que estaban llamados 106 delegados y en el que se acreditaron 96.
Números que certifican la división interna en el sindicato palentino. Una brecha que dicen «es histórica», pero que no hay duda de que la nueva organización implantada desde UGTCyL ha hecho sangrar de nuevo.
Tal y como se esperaba no hubo más candidaturas y, como prometió, Julián Martínez dio el paso al frente para dirigir el sindicato. «La organización tiene que seguir avanzando», manifestó el nuevo secretario general ejecutivo -así se llama ahora su nuevo cargo sin Ejecutiva-, que hizo hincapié en que sólo espera la colaboración tanto de los que le han votado como de los que no «porque hay que tirar adelante».
El nuevo dirigente de UGT Palencia tiene claro el reto al que se enfrenta. Manifestó, por ejemplo, que sabe que si la Ejecutiva de Javier Gómez Caloca se hubiese presentado había sido elegida. «Este Congreso ha sido un reconocimiento al trabajo que ha hecho la anterior Ejecutiva y eso está por encima de todo», aseveró.
Quizá lo fácil hubiese sido dejarse arropar por la Dirección Regional, pero Martínez expresó su disconformidad con la decisión de eliminar las Uniones Provinciales. «No la comparto porque la considero innecesaria; muchas federaciones no tienen recursos humano y hay que acudir a las Uniones Provinciales, a las Ejecutivas, para que lleguen a aquellos temas que no llegan, por ejemplo, en el caso de la negociación colectiva», sostuvo. 
No obstante, a pesar de considerarla «un error», abogó por que «una vez que se ha hecho, trabajar al menos cuatro años con esa normativa». «Podemos hacer dos cosas: dejar que esto se hunda o intentar tirar con lo que hay, desde luego con menos condiciones; mi decisión es que hay que tirar», aseveró.
Tiene claro, también, que su papel será el de cerrar esa herida, el de alcanzar un consenso. «Sí, sé que para saltar esta línea de división que ha habido aquí mi nombre sonó como candidato porque podría ser aceptado por la mayoría de las Federaciones», dijo. Así, de esta misma forma, fue elegido secretario provincial en 2005
Pero ahora que ha dado el paso adelante, advierte también de que su papel no será de interino. «Una vez que la anterior Ejecutiva, libremente, ha decidido dejarlo, alguien tiene que tirar de la organización con sus defectos y virtudes». 
«Aquí no hay una disputa ni de liderazgo ni de nada, simplemente la intención de actuar para que en esta organización se intente trabaja con dignidad», añadió.
Valoró también ese calificativo de «marioneta de la Dirección Regional» con el que el ya ex secretario tildó a su relevo. «En UGT trabajamos siempre con una jerarquía de decisiones, con propuestas que nos llegan; No nos inventamos un sindicato en cada territorio, hay premisas y resoluciones que se tienen que respetar en vía jerárquica desde Madrid hasta los territorios».
«¿Eso significa que las actuaciones son siempre dictadas? No, existe un margen de maniobra: Caloca tiene una forma de actuar y yo tendré otra, pero el fin siempre es el mismo», puntualizó.
Julián Martínez cree que en esta nueva etapa al frente del sindicato parte con más ventaja. «En 2005 no conocía ni la casa. Yo había estado en la Federación Regional de Enseñanza y en Palencia había parado muy poco; ahora conozco la gente que está aquí, ellos me conocen a mí, sabemos cada uno cómo trabajamos».
«Eso ayuda porque por encima de las cosas que hoy se han hablado aquí sé que está la responsabilidad y el deseo de que la UGT salga adelante», añadió.
Adiós con honores. La elección de Julián Martínez como nuevo secretario provincial ejecutivo es el titular de un Congreso que arrancó oficialmente sobre las diez de la mañana y finalizó pasadas las tres de la tarde. 
Una mañana en la que Javier Gómez Caloca se despidió y recibió los honores casi unánimes de sus compañeros. Sirva de ejemplo que la gestión del Comité Provincial y de la Comisión Ejecutiva fue aprobada con el 96,8 y 93,75 por ciento de los votos.
Gómez Caloca tomó la palabra para contar por qué se han ido. Por ejemplo, por «el sucursalismo con Valladolid que se ha instalado, democráticamente, en la UGT de Castilla y León»; por las «fotos lamentables de Méndez y Toxo escoltando a Rajoy»; «porque nadie puede acostumbrarse a complementos retributivos ni tarjetas VISA».
Javier Gómez Caloca criticó al Comité Ejecutivo Regional -representado en el Congreso, entre otros, por el secretario de Organización, Faustino Temprano- que la Dirección de Palencia ha costado cada año «menos de 5.000 euros más tres teléfonos móviles», «lo mismo que el coste salarial de un mes, incluida la Seguridad Social de nuestro secretario regional (4.555 euros)», puntualizó.
Cargó duramente contra la forma en la que se organizó y celebró el Congreso Regional, «donde lo democráticamente aprobado lo decidimos 33, en representación de 71.000 afiliados y sin que el 80% del Congreso pudiera decir ni mú».
También tuvo palabras para el secretario regional, Agustín Prieto, del que dijo que «carece de liderazgo interno y externo» y que «ha aplicado la Ley del embudo: lo ancho para la Comisión Regional y lo estrecho para las Uniones Provinciales».
Muchas de sus críticas fueron recogidas y compartidas por varias Federaciones que no dudaron en criticar esta nueva organización y achacaron a la Dirección Regional su desconexión con lo que ocurre en las empresas con los trabajadores.
Javier Gómez Caloca dio también las gracias a su equipo y se despidió aseverando que mantiene su «lealtad a UGT». «Voy a seguir defendiendo a ese 99,99% digno de este sindicato y voy a luchar por echar al resto, minúsculo, para que sigamos siendo el instrumento más importante que la clase trabajadora ha tenido en 125 años de historia».
Después de escuchar toda serie de críticas, el secretario de Organización de UGT Castilla y León, Faustino Temprano, defendió el nuevo modelo como «una apuesta por reducir costes y estructuras» en aras de la autofinanciación. 
Además, manifestó que la acción sindical cobrará una enorme importancia en esta nueva etapa de UGT. «Hay que hacerla en los centros de trabajo y en las empresas, porque algunos se han olvidado de que es fundamental», concluyó.