La Semana de Pasión dio comienzo oficialmente en la localidad de Osorno con la celebración, ayer por la mañana de la Procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén  en la que el paso que recuerda ese momento recorrió las principales calles de la localidad acompañado por los cofrades de la Vera Cruz y de los niños y niñas que, vestidos de hebreos, portaban las palmas dando un toque de color y alegría a esta procesión.

Tras el desfile procesional en el que también participaron las cofradías del Santo Sepulcro y Pueblo Hebreo y las autoriades, se celebró en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción la eucarístia del Domingo de Ramos, donde se procedió a la lectura íntegra de La Pasión de Jesús y en la que tomó parte el Coro Parroquial.

Después de la misa y a toque de campanillo los integrantes de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz celebraron su Junta General del Domingo de Ramos, en la que tuvo lugar la tradicional subasta de los pasos e insignias que desfilan en las procesiones de la Semana Santa osornense. En esta junta los cofrades pujan para portar los pasos en una tradición en la que el importe final no es lo más relevante del acto, sino la devoción con la que año tras año los cofrades cargan en sus hombros con los pasos, los mismos que años atrás portaron seguramente sus familiares en una costumbre que pasa de padres a hijos.

 

homenaje. La Semana Santa de Osorno se presentó el Sabado de Pasión en un actos en el que además de dar a conocer las procesiones y acto religiosos, se homenajeó a los hermanos José Luis Gil Franco y Félix Serna del Cerro que este año celebran sus bodas de oro como cofrades, por lo que se les entregó una cruz conmemorativa de la efeméride.

Además, Diego Redondo Barcenilla, sacerdote de la Diócesis de Palencia que desarrolla su labor en la unidad pastoral de San Cebrián de Campos, fue el encargado de pregonar la Semana Santa con una intervención en la que no faltaron las referencias a Santa Teresa y a la fe popular.