Sagrado Corazón de Jesús e Inmaculada Concepción, las dos campanas que presiden la torre de la iglesia parroquial de Santa Bárbara de Guardo, han vuelto a la vida. Se pone fin así a diez años de un sepulcral silencio impropio de un templo de sus características, en el que se reúnen cientos de feligreses de toda la comarca.
Esta recuperada sonoridad es el resultado del completo proceso de modernización en el que está inmerso el edificio. Una puesta a punto para que luzca, a sus 57 años de vida, como el primer día.
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Las nuevas tecnologías han llegado también hasta este lugar de culto, que estrenaba hace unos días un moderno mecanismo automático para el repique y volteo de sus remozadas campanas. Actuación que ha supuesto un desembolso próximo a los 12.000 euros, que la Parroquia de Guardo ha asumido con fondos propios.*Más información en la edición impresa y en la app de Diario Palentino.