"Da miedo tocar la calle Jardines pero hay que resolverlo"

E. Marín
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Ha conocido desde sus inicios los trámites, las polémicas y la falta de acción que se ha vivido en torno a una vía que, planificada desde el año 1992, parece que no termina de abrirse de forma definitiva en lo que al ámbito institucional se refiere

"Da miedo tocar la calle Jardines pero hay que resolverlo" - Foto: Óscar Navarro

A finales de los 90 se construyó Parque Europa, que se convirtió en el límite sur de la ciudad. Más allá no había nada, pese a que la calle Jardines se planificó desde 1992. La ciudad creció y con ella la necesidad de dotar a toda esa nueva zona de una conexión directa con el  centro que aliviara las avenidas de San Telmo y Valladolid. Todo se fue ejecutando a falta de un tramo de apenas de 200 metros de terreno perdido que la Diputación no quería ceder; o si lo hacía, a un altísimo precio.

Alfonso Polanco y José María Hernández cruzaron  en 2012 esa calle, después del acuerdo que firmaron sus antecesores en el cargo, Heliodoro Gallego y Enrique Martín: la cesión del terreno a cuenta de la modificación del aprovechamiento urbanístico del resto de la parcela hasta llegar a generar 19 millones de euros. Todavía falta saldar esa deuda y sus intereses.

El Ayuntamiento prepara una propuesta en la que ofrece a la Diputación solares por valor de dos millones de euros por la cesión de los terrenos de la calle Jardines. ¿Qué le parece?

En ese aspecto no opinamos; quien tenga que pagar que lo haga. Existe una deuda desde hace muchos años que se tenía que haber ido abonando, según el convenio que acordaron ambas instituciones. La pregunta es por qué el Ayuntamiento todavía no lo ha hecho, pero no entramos en más. Si hay un acuerdo hay que cumplirlo, ya sea pagando o negociando.  Lo que nosotros queremos es que cumpla el Plan General  de Ordenación Urbana.

En el acuerdo también se habla de la creación de una comisión mixta formada por todos los grupos con representación en ambas instituciones, así como representantes de la Federación de Vecinos...

Nadie nos ha dicho absolutamente nada al respecto. Nos vamos enterando de este tipo de cosas a través de los medios de comunicación, porque a los vecinos no les informa nadie.

El Ayuntamiento no se digna en decirnos nada y eso es realmente un problema. Hace muchos años tuvimos alguna reunión. Entonces no estábamos de acuerdo con lo que pretendía el Ayuntamiento, pues nos presentaron un proyecto en el que se incluían unas edificaciones altísimas, y ellos mismos reconocieron que no se podía hacer.  Pero seguimos igual de mal. A lo mejor ahora les entran las prisas por hablar con los vecinos, aunque nuestra opinión es la que ha sido siempre: que si se edifica se haga como viene en el Plan General. Lo triste es que no tenemos ni idea de lo que quieren hacer ahí.

Se ha referido varias veces a la falta de diálogo con los vecinos

Nunca ha habido diálogo. Absolutamente ninguno. El alcalde prometió una serie de entrevistas por los barrios y, a nivel particular, me comentó que teníamos que sentarnos a hablar. Lleva más de siete años y no ha aparecido por aquí; no ha habido ningún contacto y no creo que lo vaya haber.

Costó muchísimo que se alcanzara un acuerdo para la apertura completa de la calle y luego las polémicas han estado servidas en distintos ámbitos, entre ellos, la reordenación del tráfico

En ese aspecto no hemos estado de acuerdo nunca. Dijeron que lo iban a estudiar, pues el tráfico en la zona había que regularlo de forma correcta. Hay muchas calles y bocacalles, por lo que nuestra petición siempre ha ido enfocada a que se pusieran semáforos. Pero no dónde se han puesto, que lo hicieron sin consultar. Lo ideal sería colocar tres: uno a la salida de la calle Ramón Carande, otro en Tello Téllez y otro junto a la Policía.

Han sido varias las corporaciones que han tenido en sus manos documentos y propuestas relacionadas con esta zona. ¿Cree que acabará algún día la polémica en torno a esta vía?

Las primeras negociaciones comenzaron con Heliodoro Gallego, que fue quien inició los contactos para abrir la calle, adquirir los terrenos, la financiación, etc.

Cuando están gobernando unos se encargan de criticar lo que hacen los otros, pero cuando ellos llegan al poder siguen con el mismo criterio. Las cosas son como son y  lo que debe primar es el interés ciudadano, no lo que cada uno quiera y le parezca en cada momento. Parece que se protesta por lo que hacen los demás, pero al final nadie sabe resolver adecuadamente. Eso sí, hay que decir bien alto que la calle Jardines se abrió gracias al que fuera presidente de la Diputación, José María Hernández. Antes solo se quería dinero, pero cuando llegó él a la institución no dudó en arreglar el problema. Es cuestión de voluntad política, pero de eso hay muy poco.

Parece claro que en 2019 se continuará hablando de esta calle

La legislatura se está terminando y, los que lleguen o se queden, deberían plantearse una solución y resolver los problemas que hay en torno a esta vía. A veces pienso que es un tema que da miedo tocar y en el que no se quieren involucrar, pero las cosas que no gustan también hay que resolverlas.