Barruelo y Brañosera cierran filas en defensa de la sanidad

A. Benito
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Unas trescientas personas muestran su rechazo ante la decisión de la Junta de suspender el servicio de guardias médicas los días de diario, de 15 a 8 horas, durante todo el período estival

«Abandonados, indignados y desprotegidos». Así se sienten los vecinos de Barruelo de Santullán y Brañosera ante la decisión de la Junta de suspender las guardias médicas. Una medida que se hará efectiva a partir del 17 de julio y que implicará la desaparición de la Atención Continuada, de lunes a viernes, en horario de 15 a 8 horas, al menos, hasta el mes de septiembre.  

El salón de plenos de la localidad minera se quedó ayer pequeño para acoger a los más de 300 vecinos que, con su presencia, respondieron a la convocatoria realizada por los representantes de ambos municipios.

Una concentración que, finalmente, se celebró en la calle y en la que Jesús Mediavilla y Maribel Martínez explicaron a los presentes los detalles de la reunión mantenida hace unos días con el delegado territorial de la Junta, el gerente del Área Asistencial de Palencia y la directora médica de Atención Primaria.

El encuentro, que se convirtió en una asamblea abierta, sirvió para que los vecinos mostraran su descontento, pero también sus propuestas para forzar a la institución regional a buscar un solución. Concentraciones a la puerta del centro de salud y recogidas de firmas fueron algunas de las iniciativas sugeridas por los asistentes, para quienes una de las principales estrategias para contrarrestar la ausencia de médicos, sería «mejorar las condiciones laborales e incentivar» a quienes desempeñan su labor en el medio rural.

«Decisiones como esta provocan desasosiego en una población que se ve desamparada y teme que este tipo de iniciativas sean solo el principio del fin de la atención sanitaria en el medio rural», indicó al fin de la reunión el alcalde de Brañosera, que también recordó que la medida no solo afecta a los cerca de 2.000 habitantes que viven en las 16 entidades locales que integran ambos municipios, «sino también a los muchos veraneantes que se acercan al norte para disfrutar de las vacaciones de verano».

En el mismo sentido se expresó la concejala de Cultura de Barruelo, Maribel Martínez, para quien «no tiene sentido que a las administraciones regional y provincial se les llene la boca hablando de la lucha contra la despoblación y después se dediquen a recortar servicios en los pequeños pueblos».

Incluso el edil del PP, Ricardo Fernández, quiso dejar claro que, independientemente de su afiliación política, lo que prima es su postura «como vecino de Barruelo». IU y el PSOE, que llevarán el asunto hasta las Cortes, también quisieron mostrar todo su apoyo a los vecinos de la comarca.

Por el momento, los ayuntamientos de ambas localidades estarán en contacto permanente para recurrir la decisión que les fue comunicada el pasado miércoles y solicitarán una reunión esta misma semana con la presidenta de la Diputación a quien transmitirán sus inquietudes y sus quejas.