Once años de espera para retomar las excavaciones en el castro cántabro de La Loma, de Santibáñez de la Peña, han merecido la pena a tenor de los resultados. El equipo de investigadores codirigido por Eduardo Peralta, Jesús Torres y Santiago Domínguez ha sacado a la luz nuevos restos de gran valor para conocer un poco mejor la estructura urbana de esta gran ciudad fortificada y el asedio al que se vio sometida en el transcurso de las Guerras Cántabras a manos del ejército del Imperio Romano.

En concreto, el equipo de arqueólogos ha descubierto, en apenas quince días de intenso trabajo, cien nuevas puntas de flecha de factura romana. Piezas de hierro  que vienen a completar las 600 recuperadas entre 2003 y 2007, consideradas como la mayor colección de su género en Europa.

Los trabajos se han centrado este año en el bastión de la muralla. Para ello, se delimitó un nuevo espacio a pesar de las dificultades del terreno y de que gran parte de la construcción defensiva está perdida, pues los romanos la destruyeron casi por completo para dejar inservible el oppidum.

Tal fue la virulencia de la batalla que aún hoy, cientos de años después, se observan a la perfección los lugares de impacto de los proyectiles. Estudios que han sido posibles gracias a la financiación de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento.