Las palabras se quedan cortas para decir lo que vivieron ayer los palentinos en el Parque del Salón durante el concierto de Seguridad Social.

La banda salió al escenario con la misma fuerza que hace más de treinta años cuando comenzó sus primeros conciertos y eso no dejó indiferente al público.

Un ritmo contagioso, un desparpajo envidiable y unas melodías por las que parecen no pasar los años inundaron de vida el centro de la capital en uno de los conciertos estrella de estos sanantolines.

José Manuel Casany (voz), Javi Vela (guitarra), Alex Olías (bajo) y  Rafa Villalba (batería) lograron llenar de buen rock una noche en la que jóvenes y otros no tanto regresaron por unas horas a la movida y disfrutaron de temas que han marcado más de una época en el panorama musical español.

No es fácil ser Dios fue el tema con el que la veterana banda de rock rompió la barrera entre el escenario y el público, que esperaba ansioso alguna de las canciones que forman ya parte de la historia musical del país. Le siguieron  La camisa de once varas y Pena negra, entre otros temas emblemáticos recogidos en la veintena de álbumes que forman su biografía. Todo ellos se convirtieron ayer en un verdadero show en el que el grupo valenciano no dejó indiferente a ninguno de los espectadores que se dio cita en El Salón, hasta donde llegó público de distintos puntos de la geografía palentina y de la Región.

Los padres de Chiquilla hicieron que se superaran con creces los decibelios permitidos en muchos momentos del concierto, pero las ocasiones lo merecían. El tiempo inmejorable y las ganas de disfrutar imparables.