El último día de las Fiestas Patronales de la capital está dedicado a todos aquellos que siguen teniendo muy presente su ciudad de procedencia pero que no residen en ella: los palentinos ausentes. Hoy unos doscientos regresan a Palencia para participar en una jornada pensada para reunirlos, honrarlos y agradecerles su cariño, que se celebra desde hace treinta años.

A través de las Casas de Palencia en Baracaldo, Madrid, Vitoria, Durango, Bilbao y Santander estos palentinos emigrantes coincidirán en los actos que tienen como finalidad facilitar una jornada de convivencia. El primero de ellos tendrá lugar a las 11 horas con la eucaristía en la iglesia de San Lázaro, para luego trasladarse al Teatro Principal, donde escucharán el interesante pregón de Javier Pérez Andrés. El periodista especializado en turismo y gastronomía tiene una estrecha vinculación con la provincia palentina. Por un lado, por su profesión, que le ha llevado a recorrer esta tierra de norte a sur y, por otro, su familia, ya que la rama materna es palentina. Anécdotas, datos y hechos históricos conformarán este relato que no dejará indiferente a nadie. Sobre las 13 horas está previsto que intervengan las autoridades y representantes de las Casas de Palencia. En esta ocasión, será un miembro de la casa cántabra el que ejercerá de portavoz. A continuación, se procederá a la imposición de bandas a las mujeres elegidas por cada Casa y la entrega de recuerdos de esta jornada. Además, y por segundo año, se ha querido reconocer el trabajo de las mujeres palentinas y se ha acordado homenajear a las misioneras con la entrega de la Banda de Oro de Honor. De esta forma, se reconoce su servicio a los necesitados de todo el mundo y una labor, que, en muchas ocasiones, pone en peligro su vida.

Posteriormente, será el baile tradicional el protagonista con la actuación del Grupo de Danzas Jorge Manrique y sobre las 13,30 horas está previsto que la Banda Municipal de Música interprete el Himno de Palencia. La voz solista será la del tenor palentino Carmelo Ruiz y el coro lo formarán los presentes en el Teatro Principal.

Para completar la jornada los participantes podrán disfrutar de una comida de hermandad en el Hotel Rey Sancho de la capital y luego en el mismo lugar, el único con capacidad para albergar a un grupo tan numeroso, se celebrará depués el baile, con el que se clausurará esta jornada de encuentro y unión.