La campaña de la patata da sus últimos coletazos en Castilla y León, aunque el sector ya piensa en la próxima y las novedades que puede traer. La entrada en funcionamiento, por fin, de la Interprofesional parece más cercana y los «históricos» precios alcanzados durante los últimos meses por el descenso de la producción parece que van a condicionar el inicio de la siguiente campaña con los altos costes de la semilla que se van a encontrar los agricultores.

«Esta ha estado marcada por unas siembras tardías por las condiciones climatológicas adversas, por lo que los rendimientos han sido inferiores a la media de otros años, y por el ataque de diferentes enfermedades por las humedades», detalla Yolanda Medina, presidenta de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León, que añade que «al final ese descenso de producción» ha repercutido en un precio «más elevado y mayor rentabilidad». «A esto se ha sumado que en Europa, por las olas de calor, también se ha reducido la producción y, por consiguiente, ha habido un aumento de precios que arrastró a que España tuviera la misma sintomatología», explicó.

Pero este panorama de la campaña que se cierra se refleja en los precios de la semilla, ya que su disponibilidad, en principio, va a ser «inferior en porcentaje de cantidades de variedades como de calibre», señala. A esto se suma que hay países, principalmente de África, que han hecho «mayor acopio» de semillas porque ven más posibilidades de venta en una campaña temprana de la patata, «con lo cual a priori en los almacenes se va a encontrar menos cantidad respecto a otros años».

Medina apunta que el sector ya mira «de reojo» lo que hacen otras zonas españolas en las que también se siembra patatas como es el caso de Cartagena (Murcia) donde se ve un ligero incremento de superficie respecto a otros años, aunque están más preocupados por la época en la que se va a sembrar. En el caso de Andalucía se prevé que se mantenga la superficie, aunque con un cambio de lo que va destinado a exportación para que haya variedades destinadas al mercado nacional. Y en último lugar estaría Albacete, donde también hay previsiones de un incremento de superficie.

La presidenta de la Interprofesional de la Patata de Castilla y León concluye que se ha cerrado un año «de precios bastantes buenos» a lo largo de toda la campaña, «teniendo en cuenta la reducción de la producción a otros años» y la nueva «va a estar marcada por una menor disponibilidad de semilla de siembra y dentro de eso también se tiene que ver un poco su disponibilidad».

Aunque todavía no existe una cifra oficial respecto a la producción alcanzada esta campaña en la Comunidad, los productores de patata ya hablan de un 20 por ciento menos con respecto a otros años, principalmente en las variedades tardías que han sufrido más enfermedades causadas por la humedad.