Unas jubilaciones más activas

Raquel Santamarta (SPC)
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El Gobierno busca retrasar la retirada laboral para pagar unas «pensiones más dignas», una prórroga que en 2018 han demandando más de 12.400 españoles, un 22% más que en 2017

Unas jubilaciones más activas

En España es más frecuente prejubilarse antes de la edad mínima que seguir trabajando después de los 65, aunque esto último es posible. La reforma de las pensiones de marzo de 2013 abrió la puerta a la llamada jubilación activa. Es decir, a ser pensionista y trabajador al mismo tiempo aprovechando, de este modo, el caudal de experiencia y conocimiento de los mayores. Según datos de la Dirección General del Instituto Nacional de la Seguridad Social, hay 8.108 personas en esta situación, el doble de las que figuraban en el sistema cuando entró en vigor (4.081). Desde entonces, se han acogido al mismo 37.183 ciudadanos.

No obstante, en el último año han solicitado alargar su vida laboral cobrando la mitad de la prestación más de 12.400 trabajadores, un 22% más que en 2017, cuando apenas fueron 10.150. Y es que existen requisitos legales que hacen de esta situación un asunto complicado y controvertido, máxime cuando el paro juvenil aún alcanza a un tercio de los menores de 25 años, según refleja la última EPA. No en vano, los sindicatos siempre han rechazado esta medida por considerarla el «anticipo» del modelo que se desea aplicar en un futuro que se adivina inmediato, debido a la precariedad laboral, los bajos salarios y, por tanto, el cobro de pensiones «ridículas» que empujen a la necesidad de contar con una actividad para compensarlas.

Sea como fuere, el Gobierno está más que dispuesto a buscar «fórmulas más generosas» para incentivar la jubilación activa, sobre todo en colectivos que llegan a ese momento en unas condiciones más livianas. «Nunca voy a defender que la gente se jubile cada vez más pronto», asegura el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, convencido de que «seguir retrasando la salida del mercado de trabajo sigue siendo el principal objetivo» para conseguir pagar «unas pensiones dignas». A este respecto, subraya la importancia de lograr que los parados de más de 50 años «puedan seguir trabajando», y «cambiar la mentalidad de la empresa que prefiere tener empleados sin formación ni experiencia».