La decapitaron y le cortaron las manos. Así de simple y con un cierto aroma de maldad actuaron los vándalos el pasado fin de semana ante la Virgen de San Francisco en la capital palentina, una imagen de unos 80 centímetros de altura hecha de yeso y que representa alzada una actitud de oración. Más información hoy en las páginas impresas de Diario Palentino.