La temporada taurina española comienza tradicionalmente a finales de enero con festejos en plazas de  localidades madrileñas como Aljavir o Valdemorillo, pero lo importante no llega hasta San José, cuando se abre la Feria de Fallas en Valencia. Sin embargo, en Palencia, los cuernos no empiezan a verse sobre el albero o por las calles hasta San Antonio. A principios de siglo era San Isidro quien, en Becerril de Campos, saludaba desde el ruedo en mayo.
Pero, desaparecida la feria de Becerril, desde hace unos años es Guardo la localidad que abre el calendario taurino palentino. Hacía décadas que junto a las vías del ferrocarril de vía estrecha no se hacía el paseíllo, pero en 2015 se recuperaron con la presencia de figuras del toreo en una segunda juventud, lidiando frente a novillos en festivales. Carrión de los Condes es la última localidad palentina que ha incluido dentro de sus actividades festivas los espectáculos taurinos, por prescripción popular. 

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