Pese a la sequía, el precio que se paga en España por el agua es uno de los más baratos de Europa, aunque hay diferencias abismales entre provincias, hasta el punto de que el esfuerzo que tiene que hacer un murciano es hasta 6,6 veces superior al de un residente en Soria o en Palencia. A partir de los datos de Funcas, se puede apreciar que no existe una relación predefinida entre el precio del agua y el sistema de gestión, ya que las más caras están gestionadas de modo indirecto, pero también las más baratas.