Más de 94.000 aficionados con licencia en Castilla y León, entre los que se encuentran unos 5.000 palentinos, tienen todo preparado para dar el pistoletazo de salida a una nueva temporada de caza. Pero aunque la fecha oficial para salir al campo está marcada en rojo en los calendarios de estos aficionados, una gran mayoría esperará unas semanas para iniciar esta práctica.

La veda general se abre el próximo domingo, 28 de octubre, prácticamente para todas las especies de caza menor, aunque las impresiones con las que se inicia son hasta cierto punto inquietantes.

La perdiz, la especie estrella de la caza menor, vive una situación muy delicada en cuanto a su población, con una tendencia en general decreciente, durante las últimas décadas. El responsable de la delegación palentina de la Federación de Caza, José de Luis Cantero, explica que, ante los problemas de subsistencia que esta especie está teniendo en los últimos tiempos y como medida preventiva, «se han tomado acuerdos parciales en cada coto y se ha propuesto que se retrase un tiempo su caza en la provincia».

De esta manera, cada coto tomará las medidas que considere oportunas, pues no se ha establecido nada obligatorio, aunque las recomendaciones indican que se comience a cazar en noviembre o, incluso, que se espere hasta el mes de diciembre. De esta manera, la perdiz tardará unas semanas más en llegar a las manos de los aficionados a esta actividad.

Según explica De Luis, la propuesta gira en torno a la reducción del número de días hábiles para esta especie, así como disminuir el cupo de ejemplares. Así, la recomendación es que no se cacen más de tres perdices por persona.

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